La persona de la izquierda es investigada por este caso.
Viste una chaqueta verde olivo, camisa y jean. Es la persona arrestada por los mensajes de amenaza que el martes hicieron que el presidente Rafael Correa suspendiera un recorrido por Tabacundo (Pichincha).
Al detenido se lo identificó como Cléver M. y así llegó a la denominada Unidad Judicial Multicompetente de Pedro Moncayo. Un poco antes de las 17:00 fue sometido a una diligencia de formulación de cargos y luego de una hora y cuarto el juez Raúl Chimborazo ordenó prisión preventiva.
Este dato lo confirmó el abogado del sospechoso, William Tito Espinosa. Durante 90 días deberá permanecer en el centro regional de rehabilitación que opera en Cotopaxi.
Antes de conocer el fallo, el sospechoso lucía tranquilo mientras explicaba al fiscal Jorge Camacho que él no fue quien escribió en el celular. “Yo defiendo al Presidente y a su Gobierno”, se le oyó hacia afuera del despacho judicial.
Sus familiares también llegaban a las oficinas judiciales. Estaban preocupados. Toda la mañana buscaron los documentos que califiquen la honorabilidad de Cléver M.
A su abogado, William Tito Espinosa, le entregaron certificados de trabajo, recibos del agua, luz y reportes de antecedentes penales. Los parientes dijeron que esta es la primera vez que el hombre tiene problemas con la justicia.
Por eso, además presentaron una credencial en la que se dice que es “adherente permanente” del oficialista Alianza País. De hecho, entre los vecinos de Pedro Moncayo circuló la noticia de que el arrestado era un dirigente de Alianza País.
Durante el arresto, los agentes le habrían incautado dos celulares y una tableta. Y lo ubicaron a través de un estudio de llamadas. “Vieron que en ninguno de los teléfonos había rastros de mensajes”, dijo Tito.
Pero en la Unidad Judicial Multicompetente ya constaba un pedido para procesarlo por un supuesto ataque y resistencia a un funcionario público.
Finalmente, el juez determinó que sea investigado por intimidación. Este figura consta en el artículo 154 del Código Orgánico Integral Penal y es penado con cárcel de uno a tres años.
Mientras el hombre rendía su versión voluntariamente, agentes de Inteligencia de la Policía lo acompañaban y llegaron cuatro autos oficiales. Dos eran de altos funcionarios del Ministerio de Justicia.
En la mañana, este Diario habló también con el alcalde Fran Gualsaquí. Explica que eran las 13:16 del martes y estaba sentado en una mesa, bajo una carpa en donde esperaba la visita de Correa. Gualsaquí cuenta que puso su teléfono sobre la mesa, porque esperaba la llamada del personal de la Presidencia. “Estábamos casi todos los invitados, solo faltaba el Presidente cuando vi el mensaje”.
Dice que alertó a la seguridad presidencial y en minutos la plaza 1 de Enero se llenó de militares. Luego de evacuar a la gente, el Alcalde denunció el caso ante la Fiscalía.
De allí que asegura haber pasado la noche con resguardo policial, mientras el detenido permanecía en el interior de la Jefatura de la Policía de Tránsito, en Cayambe. El Alcalde aseguró que esta fue la primera vez que alguien le amenazaba.
El abogado del detenido dijo que su cliente es inocente. Al enterarse del fallo, los familiares se llevaban las manos a la cabeza y estaban intranquilos. Incluso tenían los ojos rojos.
Ayer, un día después de los hechos, en el parque 1 de Enero solo había niños que, ajenos al revuelo, pasaban la tarde en la resbaladera y las canchas de baloncesto. “El martes los militares reguardaban todo”, recordó una vecina.
En contexto
El martes, durante la concentración en el parque 1 de Enero, hubo momentos de incertidumbre. Nadie sabía de qué se trataba y el presidente de la República, Rafael Correa, nunca llegó al almuerzo popular que fue organizado en ese lugar.