El cortejo fúnebre partió con destino al Campo Santo Monteolivo. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
A los pies de la imagen de la Virgen Dolorosa, rodeado de decenas de arreglos florales y cobijado por el Estandarte Nacional. Así se efectuó la misa de cuerpo presente, en homenaje a quien en vida lideró la etapa de transición democrática del país, Julio César Trujillo.
Uniformados de la Brigada Libertadores del Ejército hicieron la calle de honor para que ingresé el cortejo fúnebre, pasadas las 12:40 de este martes, 21 de mayo del 2019.
Trujillo falleció el domingo 19 de mayo a causa de un accidente cerebro vascular severo. De la misa de cuerpo presente participaron las autoridades de todas las funciones del Estado.
El presidente de la República, Lenín Moreno, arribó acompañado de la Primera Dama, Rocío González. También asistió el vicepresidente, Otto Sonnenholzner.
Muy cerca de ellos se ubicaron los seis integrantes del Consejo de Participación Ciudadana, con quienes Trujillo llevó adelante el proceso de transición, derivado de la Consulta Popular del 2018.
René Coba, secretario de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, presidió la misa que se ofició en la Iglesia del Colegio San Gabriel. El religioso resaltó las virtudes de Trujillo, de quién dijo que hasta el final tuvo una mirada limpia.
El sacerdote refirió que Trujillo fue un “católico practicante y lo demostró más que con palabras, con su forma de vida”.
Coba recordó que en su natal Ibarra Trujillo fue alumno de Monseñor Elías Proaño. Después, en la Pontificia Universidad Católica, dónde se doctoró en Jurisprudencia, siguió los postulados de la Doctrina Social de la Iglesia y abanderó la defensa de los derechos como su lucha de vida.
Martha Troya, viuda de Trujillo, recibió el pésame de las autoridades del Estado y escuchó la misa junto al vicepresidente Sonnenholzner.
A pocos metros se ubicaron César Litardo, presidente de la Asamblea Nacional; Pablo Celi, Contralor General del Estado; Diana Atamaint, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE); María del Carmen Maldonado, presidenta del Consejo de la Judicatura; y José Valencia, ministro de Relaciones Exteriores.
El historiador y exdiputado, Enrique Ayala Mora, habló del sentido de justicia que encaminó a Trujillo. Su sobrino, Juan Fernando Salgado, recordó anécdotas familiares y resaltó sus ideales de defensa de la democracia, de los derechos de los trabajadores. “Detestaba el autoritarismo, la corrupción y las desigualdades sociales”, dijo.
Después, Eduardo Mendoza, presidente subrogante del Consejo de Participación Transitorio, se refirió a Trujillo como el “faro moral” que lideró el proceso de reinstitucionalización del país, tras la consulta popular del 2018.
Luego de la misa, Johana Pesántez, secretaria Jurídica de la Presidencia, leyó el Decreto 750, a través del cual se confirió la Orden Nacional de San Lorenzo, en la orden Gran Cruz Post Mortem, para Julio César Trujillo.
Martha Troya recibió la presea de manos del presidente, Lenín Moreno. El ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, le entregó el estandarte nacional, como parte de los honores de Estado.
El primer mandatario se refirió a Trujillo como un “ser adelantado a su tiempo” y destacó su trabajo en beneficio del país.
Después de casi una hora y media, el cortejo fúnebre partió con destino al Campo Santo Monteolivo. En e momento en el que sacaron el féretro del templo, el cielo quiteño lucía gris y una garúa dió el toque nostálgico a la ceremonia.