Las fiestas del Paukar Raymi se celebraron este domingo 20 de marzo del 2016. Foto: EL COMERCIO
Con el baño de purificación los habitantes de la comunidad indígena Salasaka festejaron el Paukar Raymi o fiesta del ‘Florecimiento’ hoy, domingo 20 de marzo del 2016. Las mujeres usaron las raíces de la cabuya blanca y verde, yerbas y flores para este ritual de purificación con el propósito de recibir al Mushuk Nina o fuego nuevo.
Con el alba los habitantes de este poblado localizado en la vía Ambato-Baños alistaban la Sacha Mora, sigse, flores silvestres y plantas medicinales que fueron recolectados un día antes de la ceremonia en el cerro Teligote considerado como un sitio sagrado para los habitantes de esta parroquia del cantón Pelileo, en Tungurahua. Estas son frotadas en el cuerpo para limpiar de las malas energías y recibir al nuevo año andino.
La plaza de Llika Kama fue el sitio de concentración de niños, jóvenes y adultos. Llegaron ataviadas con sus trajes compuestos por anacos, rebozos, blusas bordados y llevando pondos de barro iniciaron una caminata hasta Manzanapamba, donde que está ubicado kuri Pugyu o fuente de agua sagrada.
En la antigüedad los taitas y mamas acudían a esa fuente para recolectar el agua para la preparación de los alimentos y el baño de sanación que lo efectuaban a las 04:00. “A esa hora el agua esa caliente y por eso es medicinal y ayuda a dar más energías”, dice Virginia Masaquiza, la yachak del pueblo.
Antes de iniciar la caminata efectuó un ritual de bendición de las ramas, flores y plantas que se van a usar en el ritual. La sabía formó una especie de alfombre sobre el agua y ubicó las plantas medicinales e inició la ceremonia pidiendo permiso a la Pacha Mama (Madre tierra) antes de ingresar a la fuente.
Martha Chango, miembro de la Comisión de Cultural del Concejo Cantonal de Pelileo, explica que con el baño de la purificación los habitantes de los pueblos andinos se preparan para recibir al Mushuk Nina. “Con el recibimiento del fuego nuevo se da el inicio de un nuevo año en el calendario andino. Por eso estamos trabajando para recuperar esta celebración ancestral”.
Es el segundo año que se festeja esta celebración con el apoyo del Municipio de Pelileo. Manuel Caizabanda, de Pelileo, dice que cada 21 de marzo desarrolla la fiesta del florecimiento y que de a poco gana espacio en los niños, jóvenes y adultos. “El objetivo es recuperar una fiesta ancestral que por muchos años se dejó de practicar en nuestro pueblo”.
El baño de la purificación duro una hora y media. Yolanda Pilla, de la comunidad Llika Kama, también tiene conocimiento de estos saberes. Cuenta que sus padres cuando era niña efectuaban los baños de purificación que ayudan a recobrar las energías y sanan sus dolencias. “Es como que nos cambian las baterías, tenemos más ánimo en hacer las cosas y lo mejor es estar sanos”.