El director israelí Tomer Heymann está de visita en Quito, donde la noche de este lunes 6 de noviembre de 2017 presentó su documental ‘Mr. Gaga’. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO.
‘Mr. Gaga’ es un documental sobre un personaje -el coreógrafo y bailarín Ohad Naharin– y sobre un tipo de arte –la danza-. Pero también es una mirada cinematográfica fresca y original firmada por Tomer Heymann.
Video: YouTube, cuenta: Movieclips Film Festivals & Indie Films
El director israelí está de visita en Quito, donde la noche de este lunes 6 de noviembre de 2017 presentó su documental, como preámbulo de la tercera edición de la muestra cinematográfica ‘La fractura del siglo’. Este miércoles 8 de noviembre también ofrecerá una master class, a las 10:00 en el Ochoymedio, en la que compartirá con el público la experiencia de su trabajo y el proceso de filmar la danza.
Al hablar de ‘Mr. Gaga’, Heymann se remite al recuerdo de sus 21 años, época en la que sus conocimientos sobre danza eran escasos y en la que el cine aún no se vislumbraba como parte de su futuro profesional. Sin embargo, tras asistir a una presentación del Bat-sheva Dance Company, que por ese entonces estaba a cargo de un nuevo director, su vida dio un giro.
El encuentro con la obra de Naharin despertó en Heymann un espíritu creativo que hasta entonces desconocía. No fue solo el impacto emocional de la danza, bautizada como Gaga, que utiliza el cuerpo y sus movimientos como un lenguaje inédito y conmovedor, sino que además, fue el hecho de reconocer en Naharin a un artista genuinamente creativo y transgresor, capaz de transformar paradigmas en temas de género, arte y diversidad.
15 años pasan hasta que Heymann, convertido ya en cineasta, tuvo el anhelo de reecontrarse con Naharin y su arte, pero mediado por el cine. El director recuerda que en un principio la negativa fue tajante, pues el coreógrafo consideraba que la esencia de la danza reside en que es un acto efímero que no puede fijarse en un video y, por eso, no permitiría intrusiones en la intimidad de su espacio creativo.
Pero la obstinación de Heymann finalmente le dio acceso al estudio donde se gestaban las obras de uno de los coreógrafos más importantes del mundo. La propuesta y el reto del director partían de hallar la manera de hacer que la presencia de la cámara no interfiera en los procesos creativos, de buscar ángulos, planos y movimientos que armonicen con el arte escénico de Naharin y mostrar elementos de archivo que maticen y potencien la historia.
Cuando la producción estaba en una etapa avanzada, el director explica que tuvo que rehacer la película, cuando tuvo acceso al material audiovisual del archivo familiar. De este descubrimiento, que lo llevó a un nuevo ejercicio intelectual y creativo, surgió la que considera la película más compleja de su filmografía.
“Un filme que no sigue las estructuras convencionales” dice el cineasta que ve a ‘Mr. Gaga’ como un laberinto con distintas entradas y salidas, en la que convergen cinco propuestas: la biografía de un artista, la mirada de un director, piezas de danza contemporánea, una historia que juega con los tiempos narrativos y finalmente la mirada del espectador, a quien le corresponde asimilar ese cúmulo de elementos como una experiencia artística personal.