El doctor Paúl Onofre revisa a Pablo Boada, con anquilosis de muñeca, para calificar su discapacidad. Foto: María Isabel Valarezo/ EL COMERCIO.
En el país hay 397 233 personas con discapacidad según el Registro Nacional de discapacidades emitido por el Ministerio de Salud Pública en el 2014.
Para certificarlos es necesario que los pacientes obtengan un carné en el que se especifiquen el porcentaje y tipo de discapacidad. Desde el 2013, esta competencia pasó a esa Cartera de Estado, ya que antes la manejaba el Consejo Nacional de Discapacidades (Conadis).
Jorge (nombre protegido), de 40 años, tiene una discapacidad visual debido a un accidente de tránsito que sufrió cuando trabajaba como repartidor de comida rápida en Quito. La ceguera es parcial, ya que con el ojo derecho, el más afectado, puede ver sombras. La anterior semana (19-23 de enero) acudió a un centro de salud certificado por el Ministerio de Salud para que le hicieran la evaluación y le entregaran su carné.
Paúl Onofre, médico general y calificador de discapacidad del Distrito 17 D05, indica que los especialistas manejan un instrumento de calificación denominado Baremo de Minusvalía o calificación de discapacidad, que es una literatura española que permite a los médicos ingresar los datos que envían los médicos especialistas con el fin de establecer un porcentaje o número de discapacidad.
Esta se mide con base en la deficiencia que se encuentre en el organismo de los pacientes, ya sea visual, auditiva, física, intelectual o psicológica.
En el Centro de Salud de Las Casas, ubicado en el norte de Quito, tres especialistas (médico calificador, psicólogo clínico y trabajadora social) están autorizados para realizar este procedimiento. Onofre indica que para cada paciente el proceso es diferente, ya que se analizan varios parámetros dependiendo de las deficiencias que tenga. Por ello el tiempo que toma la emisión del documento es relativo.
Jorge tuvo que llamar al ‘call center’ (171) y sacar una cita. Apenas le dijo a la operadora que quería que le calificaran como una persona con discapacidad, le enviaron con un médico general. Durante la consulta el especialista revisó todos sus signos vitales y condición física en general. “Cuando ya me revisó los ojos me dijo que debía acudir a un oftalmólogo. Tuve que sacar una nueva cita en el ‘call center”.
Tuvo que esperar aproximadamente una semana para que el médico lo atendiera. Después de realizarle todos los exámenes visuales y determinar que tenía una ceguera leve. El personal del centro de salud le indicó que debía tomar nuevamente una cita con los calificadores de discapacidades y llevar todos los certificados para que se determinasen los porcentajes.
Los carnés son entregados a partir del 30% de discapacidad.
Sin embargo, si el paciente no llega a este porcentaje se emite un certificado de no acreditación. Los datos de esta persona deben ser registrados en el Sistema del Ministerio de Salud. “Por el hecho que no se le haya dado el carné no significa que no tiene discapacidad, sino que es de tipo leve”, dice Onofre.
En el tema de la recalificación de una discapacidad es importante tomar en cuenta que hay patologías que aumentan con el paso del tiempo. Para ello el paciente debe tener una secuela permanente, es decir que no tiene un retroceso ni tratamiento para su enfermedad.
El calificador de discapacidades del Centro de Salud de Las Casas señala que muchas personas acuden al centro para solicitar una nueva evaluación con el fin de que el porcentaje que tenían alcance el 40% y puedan tener beneficios establecidos en la Ley. Para evitar esto, se realizan nuevos exámenes para comprobar que la discapacidad haya aumentado.
Jorge, mientras esperaba ser atendido, escuchó que otras personas que también iban a ser calificadas mencionaban que con el nuevo Reglamento los pacientes que no alcancen el 40% perderían todos los beneficios que establece la Ley.
Precisamente en el artículo 6 del Reglamento a la Ley Orgánica de discapacidades se establece que “los beneficios tributarios previstos en la Ley Orgánica de Discapacidades únicamente
se aplicarán para aquellas personas cuya discapacidad sea igual o superior al 40%.”
Xavier Torres, presidente del Conadis, indica que las personas que tienen un 30% de discapacidad tienen más oportunidad de conseguir un trabajo. Esto significa que las limitaciones no son tan severas como las de las personas que tienen un porcentaje mayor.
Además señala que es importante entender que mientras más discapacidad tiene una persona, menos posibilidades tiene de incluirse laboralmente, ya que se va acentuando su discapacidad.
La calificación de la discapacidad no solo depende del comportamiento físico. Ya que intervienen tres componentes: económico o socioeconómico, médico y psicológico. Los tres parámetros dan un grado de discapacidad.