Este lunes 19 de noviembre de 2018 acudieron a la Subsecretaría de Educación cuatro estudiantes perjudicados. Ellos también presentaron la denuncia ante la Fiscalía, por el presunto delito de falsificación y uso de documento falso contra el rector del plantel. Foto: EL COMERCIO
Supo que su título de bachiller no era válido poco antes de graduarse como socióloga. En el 2013, Tatiana completó el último año de bachillerato en un colegio particular de Guayaquil, que ofrecía un programa de educación a distancia.
La joven de 24 años y otros tres exalumnos de ese plantel recuerdan que recibieron sus diplomas y actas de grado, asistieron a ceremonias de graduación, pero sus títulos de no están registrados en el sistema del Ministerio de Educación.
“Acudí a la Subsecretaría de Educación para que me den una solución y solo me dijeron que vuelva a estudiar el colegio y la universidad”, relata Tatiana, quien presentó una denuncia en la Fiscalía por el presunto delito de falsificación y uso de documento falso en contra el rector del colegio.
Las sospechas comenzaron el mismo año de la graduación. Tatiana recuerda que cuando le entregaron el acta aparecía el nombre de otro plantel, una institución educativa pública.
“Fui al distrito a consultar si el título era válido y les pedí una certificación. Entonces me entregaron una copia del original con los sellos. Con este documento me matriculé en la universidad”, dice mientras enseña los papeles.
Este lunes 19 de noviembre de 2018 volvió a la Subsecretaría de la zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón). Junto a ella estuvo Reyna, quien se graduó en el 2015. En su acta consta que concluyó el bachillerato en otro plantel privado y no en el que estudió durante dos años.
Ella denunció al rector en el distrito educativo, donde también le retuvieron sus documentos. “Me dijeron que el colegio tenía problemas y que estaban investigando al rector. Él ofreció una solución y porque dijo que tenía contactos en un plantel fiscal. Me dio otra acta de ese colegio, luego fui al distrito y me dijeron que sí valía”.
Con ese documento se matriculó en la universidad, pero al poco tiempo tuvo que abandonar la carrera. Ahora piensa inscribirse nuevamente, pero duda que en esta ocasión acepten su acta de grado.
Daniel Serrano, subsecretario de Apoyo, Seguimiento y Regulación del Ministerio de Educación explica que las investigaciones iniciales deben realizarse en la coordinación zonal para averiguar por qué no están refrendados.
“Haremos la investigación de la unidad educativa. Puede que los títulos no estén refrendados por el Ministerio de Educación por alguna circunstancia; es decir, capaz los estudiantes no estaban registrados o tuvieron un cambio de unidad educativa. Pero si los título no están siendo aceptados, a lo mejor puede haber un tema de falsificación”, dijo durante una visita a Guayaquil.
La fiscal Maribel Figueroa lleva el caso. Para el 28 de noviembre fue citada la subsecretaria de la zona 8, Érika Laínez.
El colegio implicado en la emisión de títulos con supuestas irregularidades daba clases solo los sábados. Los estudiantes pagaban USD 25 al mes.
Génesis se inscribió porque un primo también estudiaba en la institución. Ella se graduó en el 2012 y detectó el registro fraudulento cuando asistía a una academia para convertirse en maestra artesanal en belleza.
“En el distrito me dijeron que no aparecía en el sistema, entonces fui a hablar con el rector y me explicó que solo era cuestión de una actualización. Le dejé mis papeles y a los dos meses me entregó otra acta. Dijo que botara la otra, porque yo no valía (…). De nuestra promoción éramos 30 y solo dos aparecen en los registros”.
Henry, en cambio, recuerda que dejó de comprarse los zapatos ortopédicos que necesitaba cuando tenía 17 años por completar el dinero para las pensiones. Para inscribirse en un instituto tecnológico tuvo que solicitar una copia certificada; ahora teme que ese documento le impida continuar en su actual empleo.