No es posible regresar a ver atrás sin sentir opresión en el corazón y recordar lo vivido, lo llorado y lo aprendido. Dos años no son suficientes para que cicatrice la herida con que la pandemia ha lacerado a Quito.
A pesar de haber pasado a semáforo verde (lo que permite que casi todos los establecimientos operen al 100% de su capacidad), y de tener al 90% de la población mayor de 3 años vacunada con dos dosis, la pandemia aún marca el ritmo de la capital.
Ninguna otra ciudad del Ecuador registró tantos contagiados de covid-19 como Quito. La capital triplica en casos positivos a Guayaquil, que ocupa el segundo lugar en el ranking con mayor número de enfermos.
Desde el 29 de febrero de 2020 hasta el 11 de marzo de este año, Quito alcanzó los 287 565 positivos, mientras que Guayaquil registró 98 828.
¿Qué las diferencia si ambas urbes tienen 3 millones de habitantes?
Una de las respuestas es el número de pruebas que se realizaron. Luis Mejía, epidemiólogo, aclara que esas cifras no evidencian que en Quito se enfermaron más personas, sino que se realizaron muchos más test.
Donde sí se puede ver el impacto real del virus -dice Mejía- es en el número de fallecidos. En ese caso, Guayaquil tiene casi el triple de exceso de muertes que Quito. Entre confirmados y probables, la capital suma 3 961 decesos desde el inicio de la pandemia.
Francisco Viteri, secretario de Salud del Cabildo, indica que se manejan varias hipótesis que intentan explicar por qué el brote en Quito no fue tan fuerte como el de Guayaquil. Allá, por ejemplo, el calor hace que el uso de mascarilla sea más incómodo. En la capital, debido a las bajas temperaturas, la gente prefiere resguardarse en sus casas y no comparte con el vecino en espacios públicos. Además, la capital tuvo algunas semanas para aprender de la experiencia que vivió la urbe portuaria, adonde el virus llegó primero.
Estrategias de Quito para enfrentar el covid-19
Mejía hace un paneo por los últimos 24 meses, e indica que uno de los grandes aciertos del Municipio capitalino fue la aplicación de las estrategias para contener el virus: la implementación de un programa de cerco epidemiológico, la apertura de carpas médicas y brigadas móviles para llegar a los barrios (que fue posible con el apoyo de médicos guayaquileños).
Las visitas en territorio aún se mantienen. Las brigadas de covid-19 se volvieron brigadas de salud poscovid-19, con las que se brinda atención incluso psicológica. Los equipos están conformados por 280 personas; una de ellas es Isabel Muñoz.
Desde hace un año y medio, Isabel recorre los barrios de Quito. Primero lo hizo en busca de enfermos; luego, de personas que estuvieron en contacto con contagiados. Ahora su misión es hallar pacientes sin vacunar. Son 15 brigadas y cada día vacunan de 300 a 400 personas. Solo estos equipos municipales han logrado poner más de dos millones de dosis en todo el Distrito.
En mayo de 2020 se habilitó el CAT Bicentenario y recibió a cerca de 2 400 contagiados moderados y leves, lo que ayudó a descongestionar el sistema de salud público. Dado que resultó ser el lugar idóneo para la atención médica, en caso de darse una nueva emergencia se lo podría volver a habilitar.
El Secretario considera que otro de los aciertos fue la creación de la ordenanza 010, emitida en mayo de 2020, que permitió que las autoridades realizaran un mejor control en la ciudad. Hasta el domingo 13 de marzo de 2022, se ha multado a 4 700 personas por no usar mascarilla y se iniciaron procesos sancionatorios a 1 274 locales, por incumplir las medidas de bioseguridad.
Viteri explica que esa normativa sirve solo para esta pandemia, por lo que se encuentran trabajando en una reforma para tener una ordenanza de salud pública que permita actuar de manera rápida y efectiva en caso de presentarse un evento similar.
Para Enrique Terán, docente de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), fue fundamental el crear conciencia sobre el diagnóstico temprano. Se refiere a las 100 000 pruebas lamp (similares a PCR) que permitieron identificar y aislar a los contagiados.
Paradójicamente, la mayor falencia de la administración municipal tiene que ver con un supuesto sobreprecio en la compra de esas pruebas y una efectividad cuestionada. Por este tema, el exalcalde Jorge Yunda está siendo procesado. La corrupción fue el gran desacierto en la lucha contra el coronavirus.
Hasta el 13 de marzo, la capital ha hecho frente a cinco olas. La más fuerte fue la de enero de este año. Las cifras evidencian que conforme pasaron los meses, el número de contagiados por cada semana aumentaba, pero el número de fallecidos disminuía.
Los epidemiólogos destacan el trabajo de la mano con la academia. Universidades como la UDLA, USFQ y la Central conformaron una mesa de salud y allí se definió qué hacer. Esa coordinación debe fomentarse.