¿Ecuador cumple con la ‘encíclica verde’ del papa Francisco?

La Constitución de Montecristi, del 2008, reconoce los derechos de la naturaleza pero faltan acciones prácticas en el país. Foto: Archivo EL COMERCIO

Los efectos del cambio climático y la contaminación del planeta son tan graves y evidentes que hasta la Iglesia Católica ha tenido que intervenir. En esto coinciden las organizaciones de defensa de los derechos de la naturaleza en el Ecuador.
Para sus representantes, aún se puede cambiar el modelo de producción que prioriza el consumo y la destrucción de la naturaleza, en desmedro de la población más pobre. Precisamente este es uno de los principios que se destacan en la encíclica que el papa Francisco presentó el jueves 18 de junio del 2015 al mundo.
Por primera, un Pontífice recoge las preocupaciones en torno a la sostenibilidad de la casa grande, como llama al planeta, y hace un llamado para hacer un cambio interno, espiritual. Atentar contra la naturaleza, es atetar contra la creación de Dios, refiere Francisco.
Para Rossana Manosalvas, presidenta de EcoCiencia, la encíclica representa un nuevo mandamiento. “Los millones de católicos en el mundo serán removidos en sus conciencias y tendrán que tomar decisiones en su vida personal, pero también a nivel de las políticas para disminuir la dependencia en los combustibles fósiles para todas las actividades humanas”.
Manosalvas cree que ya era tiempo de que la Iglesia se pronunciara y tomara partido. Algo que solo pudo darse con el actual Papa que ha demostrado coherencia entre lo que profesa y las acciones que hace, dice. “Lo más importante de esta encíclica es que el Papa une el tema del deterioro de la naturaleza con el egoísmo humano y la desigualdad. En otras palabras, no se puede hacer conservación sin justicia social”.
¿Qué tan cerca está el Ecuador de cumplir con la encíclica?
Para Líder Góngora, presidente de la organización Pueblos del Manglar del Ecuador, aún hay un camino largo por recorrer. Dice que se dio un paso fundamental en la Constitución de Montecristi, del 2008, para reconocer los derechos de la naturaleza, pero que falta que esa letra se convierta en acción.
“Asistimos a una privatización de los manglares, pues se entregan a las empresas camaroneras. Y cuando la población reclama es desalojada por la fuerza pública. Eso ha pasado en Manabí, en Río Grande, en el sur de Esmeraldas, en el Oro. La gente más desprotegida de la que habla el Papa ha sido la perjudicada”, sostiene Góngora.
Manosalvas, en cambio, destaca el avance en temas como el manejo de la basura o la declaratoria de áreas protegidas, pero en temas como la conservación de la biodiversidad “hemos perdido mucho y seguimos perdiendo ecosistemas y especies, básicamente debido al modelo de desarrollo que tenemos”.
El Ecuador –agrega- se ha enfocado en extraer recursos como el petróleo y va a empezar con los minerales, en la transformación masiva de manglares y bosques húmedos en camaroneras o cultivos de palma.
Con esto coincide Patricio Chávez, vocero del Colectivo Yasunidos. Él se pregunta por qué se mantiene una política de ampliación de la frontera petrolera, como en el caso de parte del Parque Nacional Yasuní, y por qué se insiste en los proyectos de minería a gran escala anunciados.
Además, Chávez cuestiona al Gobierno por el tiempo que le tomó denunciar internacionalmente los efectos de las actividades de la petrolera Chveron-Texaco en la Amazonía. Lo hizo luego del 2013, cuando era un problema que movilizó a las comunidades durante más de 20 años. “Es un discurso verde que en la práctica no se cumple”.
El Ministerio del Ambiente, de su lado, ha destacado el trabajo realizado en pro de la naturaleza. En el informe de rendición de cuentas 2014 se hace alusión a proyectos como Socio Bosque que, según esa Cartera, ha frenado la deforestación en el país. 171 560 personas han recibido dinero para proteger 1 434,061.95 hectáreas de bosque nativo.
Desde el 2014 opera también Socio Manglar, que busca el contacto con las comunidades para que garanticen, hasta el 2017, al menos la protección de 100 000 de las 160 000 hectáreas de mangle que quedan en el país.
- Contaminar el planeta también es pecado
- Los cuatro ‘pecados verdes’ que destaca el papa Francisco en su encíclica ‘Laudato Si'
Estos programas han ido de la par de otros que buscan mantener la fauna. Uno de ellos, el de Desarrollo de Enfoques de Manejo a Nivel de Paisaje en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Ecuador para mejorar la Conservación de la Vida Silvestre en Peligro de Extinción. Este permite el monitoreo de 18 especies de mamíferos, aves, peces y reptiles.
Según Ambiente, parte del reconocimiento logrado por el país en materia medioambiental se evidencia en la invitación que recibió el presidente Rafael Correa para participar en la Cumbre sobre Dimensión Moral del Cambio Climático.
El evento se efectuó el 28 de abril del 2015 en el Vaticano. Allí se habló sobre el desarrollo sostenible, el ser humano y espiritual, y la necesidad de cambiar de modelo de producción. Los temas fueron insumos para que el papa Francisco puliera su encíclica y se espera que también formen parte de su mensaje durante la visita que hará al Ecuador entre el 5 y 8 de julio.