Estudiantes universitarios impulsan una campaña sobre los beneficios tanto para niños como para niñas de vencer los estereotipos asociados a los juguetes. Foto: Cortesía.
En diversas ocasiones se han viralizado en las redes sociales videos y noticias de padres que permiten a sus hijos elegir libremente sus juguetes. Así, niños que juegan con muñecas o se disfrazan como personajes femeninos de películas animadas han logrado captar la atención de los internautas y los titulares de medios internacionales.
Además de servir como artículos de diversión, los juguetes están hechos para que los menores aprendan capacidades motrices y a socializar. No obstante, existen ciertos artículos, como las muñecas, que se cree son solo para niñas.
A propósito de esto, un grupo de estudiantes de la Universidad San Francisco de Quito impulsa la campaña Mi Diversión Mi Elección. Con ella buscan combatir los estereotipos tanto masculinos como femeninos que se han asociado a distintos juguetes.
Melissa Villalba, Pamela Canelos, Martín Pastor, Melissa Mesías y Valeria Guevara son estudiantes de distintas carreras universitarias. Como parte de un proyecto encontraron que una problemática contemporánea es el sexismo en los juguetes y cómo sus futuras profesiones están ligadas a esto.
Villalba, vocera de la campaña, asegura que hay problemáticas sociales que se abordan constantemente como la violencia de género, el acoso sexual callejero y más. Sin embargo, en el caso de los juguetes “la gente no habla porque no lo ve como una problemática“.
Los universitarios, apoyándose en estudios científicos, consideran que sí lo es, puesto que no permitir que niños y niñas se entretengan con distintos juguetes, marca una diferencia en sus habilidades motrices y emocionales.
Según María Amelia Viteri, antropóloga, la carga de estereotipos sobre los juguetes es bastante alta, más que hace 15 años cuenta. Recuerda que anteriormente ciertos juguetes– como bloques para construcción- no hacían distinciones entre los productos destinados para niños y para niñas.
Actualmente sí se hace esta separación. Existen en el mercado bloques de colores asociados a lo femenino- rosados y lilas- que son para niñas, mientras que para los niños están los demás colores tradicionales- verde, rojo, azul y amarillo-. Viteri considera que esto es un retroceso que se puede leer “como una forma de las familias de controlar que las niñas no rompan y confronten la normativa de género de una sociedad”.
Es precisamente por eso que la campaña Mi Diversión Mi Elección está dirigida a los padres de familia. Eso se demostró en un evento que realizaron los estudiantes el pasado domingo 18 de octubre de 2015. Durante esta congregación, invitaron a los niños a jugar con sus progenitores. Un padre y su hijo le colocaron a una muñeca la vestimenta, cuenta Villalba.
“Muchos papás no conocían la problemática”, asegura la joven quien cuenta que si bien la recepción de la campaña fue positiva. Si se presentaron casos de resistencia ante que un niño juegue con una muñeca.
Según Viteri, las muñecas son una forma de normalizar el género. Y están destinadas únicamente para las mujeres por los “roles futuros que además se los ve como inamovibles, ya sea una madre biológica, o una dadora de cuidado”.
Pese a los miedos de algunos padres, los jóvenes buscan demostrar que el hecho de que un niño juegue en un determinado periodo de su vida con una muñeca no influirá en su sexualidad. Así lo confirma Viteri, quien destaca que investigaciones dicen que a los niños hay que darles más muñecas para que aprendan de cuidado y aprendan de sensibilidad y a ser buenos dadores de cuidados”.
Entonces, según la experta, las muñecas enriquecen a los niños en cuestiones de inteligencia emocional, lejos de determinar su sexualidad. De hecho, estos juguetes son utilizados para tratar temas de ansiedad infantil.