Las brigadas de vacunación para la influenza continúan recorridos en los barrios de Quito

En la foto, brigadas médicas realizan la vacunación a población prioritaria, en el sector de Chillogallo en el sur de Quito este 4 de enero del 2020. Joselyn Mera (i) fue a vacunar a sus dos hijas. Foto: Valeria Heredia / EL COMERCIO

En la foto, brigadas médicas realizan la vacunación a población prioritaria, en el sector de Chillogallo en el sur de Quito este 4 de enero del 2020. Joselyn Mera (i) fue a vacunar a sus dos hijas. Foto: Valeria Heredia / EL COMERCIO

En la foto, brigadas médicas realizan la vacunación a población prioritaria, en el sector de Chillogallo en el sur de Quito este 4 de enero del 2020. Joselyn Mera (i) fue a vacunar a sus dos hijas. Foto: Valeria Heredia / EL COMERCIO

Con un megáfono en mano, el médico del centro de salud Chillogallo, José Pinza, invita a las personas para que se acerquen a la vacunación para combatir el virus de la influenza. Junto a él dos enfermeras recorren las calles del sector de Santa Rosa III, en el sur de Quito, ofreciendo la dosis a personas de la población prioritaria como niños menores de 5 años, adultos mayores, embarazadas, con discapacidad o enfermedades crónicas.

El recorrido de las brigadas médicas arrancó cerca de las 08:00 de este sábado 4 de enero del 2020 desde el centro de salud de la zona. En este espacio tomaron los insumos necesarios para inmunizar a las personas. A los niños desde 6 meses hasta un día antes de cumplir el año de vida se les coloca dos dosis de 0,25 miligramos (ml), con un intervalo de un mes. Los pequeños de un año reciben 0,25 ml. “En ambos casos se pone en la pierna izquierda”, explicó la enfermera Michel Jácome. Ella también labora en este centro de salud Chillogallo.

Los infantes de tres años en adelante y el resto de la población prioritaria reciben una de 0,5 ml en el brazo. “De un frasco sacamos 10 dosis para inmunizar a adultas; y en las pediátricas vienen 20”, sostuvo.

Jácome explicó que sí hay contraindicaciones para la colocación de la vacuna. Estas son sensibilidad a uno de los componentes, toma de corticoides (hormonas recetadas en diferentes patologías), fiebre o alérgicos a la proteína del huevo. “Solo ahí no se la puede aplicar”.

En la foto, la enfermera Michel Jácome (d) coloca la vacuna a una adulta mayor, en el sector de Santa Rosa, en Chillogallo este 4 de enero del 2020. Foto: Valeria Heredia / EL COMERCIO

De acuerdo con los últimos estudios -dice- no genera reacciones. Pero en caso de que la persona estuvo con los primeros síntomas como gripe o estornudos sí se acentúan. “No es que la vacuna provoque una reacción, por lo que se recomienda que estén completamente sanos”.

En los últimos años, Jácome y Pinza consideran que sí hubo una mayor conciencia sobre la vacunación para combatir la influenza, en especial, quienes superan los 65 años. Ellos acuden, por su cuenta, al centro de salud para acceder a la dosis.

El Ministerio de Salud informó a fines del año anterior que la campaña se extenderá hasta el 28 de febrero del 2020, por lo que las brigadas continuarán por los barrios de las diferentes provincias. Las brigadas del centro de salud Chillogallo, por ejemplo, seguirán con las visitas domiciliarias, durante cuatro sábados más. La vacuna también está disponible en los centros de salud.

Joselyn Mera es madre de dos niñas de 6 y 8 años. Ellas viven en el sector de Santa Martha de Chillogallo, otro barrio del sur de Quito. Sus pequeñas tienen asma, por lo que cada año acude al centro de salud para que se inmunicen de esta enfermedad que se diferencia de una gripe estacional por el incremento de la fiebre: más de 38 grados centígrados.

En este año -contó- afortunadamente coincidió con las brigadas médicas, por lo que no dudó y se detuvo a cumplir con el proceso. “Siempre estoy pendiente de las vacunas de las niñas”.

La población prioritaria de influenza del Centro de Salud Chillogallo alcanza las 3 300 personas, por lo que cuentan con las dosis necesarias para cumplir con este proceso.

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