Un estudio demostró que los estadounidenses optan por ahorrar energía cuando saben las implicaciones que el consumo de electricidad tiene en el ambiente y la salud. Foto: Pixaby
Los estadounidenses, sobre todo los que tienen hijos, están más motivados para disminuir su consumo de electricidad si eso permite reducir la contaminación y preservar la salud, reveló este lunes un estudio.
El argumento económico para disminuir el consumo tiene poco impacto, lo que se explica por el hecho de que la electricidad es barata en Estados Unidos, según el estudio publicado por la Academia de Ciencias estadounidense (PNAS, en inglés).
Los investigadores estudiaron los comportamientos de personas que vivían en 118 apartamentos de Los Ángeles, California (oeste).
Durante cinco meses en 2012, los residentes recibieron un informe semanal de su consumo eléctrico. Algunos de ellos fueron informados del ahorro que podrían lograr comparando su consumo con el de sus vecinos, más ahorradores, por ejemplo, apagando la luz al salir de una habitación.
Los investigadores explicaron a otro grupo que consumir menos energía contribuye a reducir la contaminación del aire, que puede provocar serios problemas de salud en los niños, en especial los que sufren de asma y enfermedades respiratorias. Y un tercer grupo no recibió información adicional.
Los resultados son claros: los residentes que fueron advertidos de los riesgos para la salud redujeron su consumo en 8% y los hogares con niños, 19%. Cuando las personas fueron advertidas sólo del beneficio financiero, no hubo casi ningún cambio.
Para la mayoría, el monto ahorrado con el uso más eficiente de la electricidad “se tradujo en un ahorro de USD 4 a 6 por mes”, que es insignificante, explicó Omar Asensio, investigador de la Universidad de California y coautor del estudio.
“Descubrimos que era necesario, para cambiar realmente los hábitos de consumo de energía, vincular el bien público al privado”, añadió Magali Delmas, economista medioambiental en esa universidad.
Los cambios de hábitos cotidianos de consumo eléctrico pueden tener un impacto importante a gran escala dado que los edificios residenciales y comerciales representan más de dos tercios de la demanda de electricidad en el país, precisa la investigación.
Cerca del 70% de la electricidad estadounidense se produce con centrales de carbón y gas, particularmente contaminantes.