Los asistentes disfrutaron con la presentación de Frankentrash, Sarcasmo, Resistencia, Decapitados, Likaon, Curare y Mortal Decisión. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Con música, danza, artes escénicas y actividades académicas concluyó ayer una nueva edición del Ritual Urbano de Resistencia Rockmiñahui, que este año celebró 21 años de trayectoria. El espectáculo artístico se realizó en el parque de El Arbolito, en el centro norte de la ciudad, con la presentación de siete bandas de rock y cuatro colectivos artísticos.
“El Rockmiñahui es una confrontación pacífica y creativa que se realiza desde hace 21 años frente a las celebraciones por la fundación española de Quito y proponemos una fusión de diferentes artes que busca afianzar una identidad propia”, dice Héctor Cisneros, coordinador del evento, sobre el concepto cultural que dio origen al festival.
La banda Curare fue parte de los grupos que se presentaron en el Rockmiñahui este domingo 2 de diciembre del 2018. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
El público disfrutó con la presentación de Frankentrash, Sarcasmo, Resistencia, Decapitados, Likaon, Curare y Mortal Decisión. Bandas que se alternaban en el escenario con la música étnica de Ali Lema Kallampas, acción escénica de Perros Callejeros y piezas de danza de los Yumbos de Cotocollao y Terry Araujo del Frente de Danza Independiente. La idea, dice Cisneros, es ofrecer un evento bajo una estructura dramática que evoque un ritual ancestral.
Gustavo Balladares disfrutó del espectáculo junto con un grupo de amigos. Destacó la intención de proponer una visión distinta sobre el tema de la fundación de la ciudad, sin embargo, como espectador quisiera ver en escena a bandas nuevas y de otros géneros como hard rock o rock and roll.
El Rockmiñahui se realizó en el parque de El Arbolito, en Quito. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Cisneros explicó que las agrupaciones fueron invitadas considerando su trayectoria en la escena musical local y la producción de temas inéditos. Por el Rockmiñahui han pasado alrededor del 50 bandas en estos 21 años. “Muchas bandas participan a cambio de un pago simbólico”, dice Cisneros sobre un festival que cada año lucha para cubrir los costos de financiamiento. Según la organización, el apoyo que provino este año del Municipio de Quito, el Ministerio de Cultura y la Casa de la Cultura Ecuatoriana apenas alcanza a cubrir las necesidades logísticas del evento.
Como complemento al festival también se realizó una jornada académica el pasado miércoles, con una conferencia histórica, charlas sobre curadurías y concursos y sobre artistas emergentes y de trayectoria.
La banda Mortal Decisión cerró el evento la tarde de este domingo 2 de diciembre del 2018. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
El festival terminó a las 15:00 bajo la lluvia, con la presentación de Mortal Decisión, banda quiteña con casi 30 años de trayectoria y un estilo que transita entre el hard core y el punk. Temas como no hay quórum animó a un grupo de asistentes al último pogo de la tarde, que también se ha convertido en una expresión más de este rito cultural.