Milla Jovovich tiene la última oportunidad de salvar a una
humanidad agónica. Foto: Archivo
Desde que el virus T fue liberado y repobló la tierra de zombies, Alice Abernathy ha vagado incansablemente por una tierra devastada, pero con la esperanza de darle a la humanidad una segunda oportunidad.
Al parecer, esa oportunidad ha llegado con el estreno de ‘La batalla final’, la última entrega de la saga ‘Resident Evil’, en la que Milla Jovovich retoma el papel de la heroína.
Una mujer con una serie de habilidades en combate pero con una crisis de identidad, cuyo misterio se halla oculto en la Corporación Umbrella, a la que deberá enfrentarse para recuperar su pasado y para salvar de la extinción a la humanidad.
Esa es la cruzada a la que Jovovich se ha enfrentado durante los últimos 15 años con escasas variaciones en su registro actoral, un personaje enérgico, intrépido, pero muy acartonado y poco expresivo.
Video: YouTube, cuenta Sony Pictures Entertainment
‘La batalla final’ no es la excepción y Jovovich deja escapar la oportunidad de ofrecerle a la franquicia y al personaje con el que ha crecido profesionalmente un corolario brillante. Más bien se limita a cumplir con solvencia las exigencias de un libreto marcado por la acrobacia, el combate y el suspenso.
Luego de seis entregas, el argumento de la historia se ha convertido en un bucle cinematográfico que no cesa de replicarse a sí mismo, y que, presentados en secuencia, solo crean una sensación de continuidad.
Esta vez, la corporación Umbrella prepara el ataque decisivo contra los últimos sobrevivientes. En una carrera contra el tiempo, Alice regresa al punto donde comenzó la pesadilla y tendrá que unir fuerzas con viejos amigos y con un inesperado aliado para poder infiltrarse en el corazón de la organización y derrotar a su némesis.
De todos modos, la evolución del acabado visual sigue siendo el principal atractivo, con monstruosos seres que aprovechan el golpe de efecto para incrementar los niveles de tensión en cada vertiginoso combate.
De fondo la producción retoma algunos personajes icónicos como el de Claire (Ali Larter) y algunas novedades en el elenco como la participación de William Levy. En conjunto, la película funciona bien como entretenimiento de bajo perfil y altas aspiraciones comerciales.