Elon Musk es consciente de que la adquisición de Twitter ha sido una apuesta cara, pero confía en que los cambios que está haciendo, en su visión de proteger la libertad de expresión, acaben convenciendo a los usuarios más críticos.
Así lo ha comentado en la conversación que mantuvo este viernes 17 de junio con el Chairman of the Supervisory Board of Publicis Groupe, Maurice Lévy, en el marco de Vivatech (París), a la que también se han unido la CEO de Orange, Christel Heydemann; Image & Environnement LVMH, Antoine Arnault; y la Chief Digital and Marketing Officer de L’Orèal, Asmita Dubey.
Lévy comenzó la conversación con un repaso a su carrera, en la que hay fundación, cofundación y ayuda a la fundación de distintas empresas, como Tesla, PayPal, XpaceX, y OpenAI.
Twitter, sin embargo, llegó a su currículo mediante la adquisición que cerró en octubre de 2022, por 44 000 millones de dólares.
“Si soy tan inteligente por qué pagué tanto por Twitter“, cuestiona a modo de broma. Antes de ser el dueño era un usuario, y de esta experiencia aprendió lo que, para él, estaba mal en la popular plataforma. Empezando por el tratamiento que hacían sus anteriores responsables de la libertad de expresión, un tema con el que siempre fue crítico.
Su idea de la libertad de expresión es que la gente se exprese, sin importar si lo que dice no guste a los demás. Incluso si resulta ofensivo o hace daño. “Queremos asegurarnos de que digan lo que no pueden decir en el lugar del que vienen. En cierta forma es una señal de salud”, dice.
Al ser preguntado por las consecuencias de la libertad de expresión sin límites, como las noticias falsas o el acoso, especialmente si se piensa en usuarios menores de edad, Musk afirma que los usuarios pueden decir cosas ofensivas, pero su contenido será degradado.
Le preocupaba que Twitter tuviera un efecto negativo en la civilización, por ser el medio más directo de comunicación con el mundo. Y la adquisición una muestra de su modo de ver las cosas, de hacer lo posible por cambiar lo que ves que es negativo.
Musk está seguro de que “muchas personas dirán que su experiencia ha mejorado” desde está al mano y ha introducido cambios en la red social.
Afirma que se han librado del 90% de los bots y cuentas de scam y de las cosas malas que pasan en ella. Y ha sacado pecho con que ahora Twitter es la única empresa que permite ver el verdadero código en el que se sustenta.
Transparencia total para que la gente vea exactamente cómo funciona.
La retirada de anunciantes de la plataforma es otro tema que ha preocupado desde que se pusiera al frente de Twitter. Asegura que ya hay anunciantes que bien han vuelto o que han dicho que volverán.
Aparte de que la publicidad es un medio de financiación importante para Twitter, la presencia de anunciantes importa por uno de los últimos planes anunciados por la compañía: compartir ingresos con los creadores de contenido. “Habrá ingresos para a repartir con los creadores”, afirma.
Sobre la introducción de las suscripciones, otra de las recientes vías de financiación de la plataforma, vincula esta medida a la necesidad de autenticar a los usuarios, por lo que vinculada al servicio de pago la verificación de cuenta, importante para saber que una cuenta es real y no un ordenador.
Porque, como ha señalado, con la Inteligencia Artificial hoy los ordenadores pueden pasar los test mejor que los humanos. Y “hay que hacer algo para autenticar mejor”, sentencia.
Paypal, Neuralink e IA
Aunque actualmente Musk es el CEO de firmas como Tesla o SpaceX, en 1998 cofundó Paypal, el servicio de pagos online que en 2002 adquirió eBay. Al respecto, el magnate ha contado que “había mucho talento” en esta compañía, de la que salieron personas que posteriormente crearon YouTube, LinkedIn y Yelp.
Sobre Neuralink, la empresa centrada en la integración de tecnología de Inteligencia Srtificial en el cerebro humano, Musk ha compartido que planean tener el primer dispositivo de implante humano a finales de año,
Se dirigirá a personas con tetraplejia, que han perdido la conexión del cerebro con el cuerpo, para que puedan recuperar el movimiento.
Musk, que también apoyó la creación de OpenIA en sus inicios, ha destacado en la necesidad de regular las superinteligencias, insistiendo en la idea de que pueden tener “resultados catastróficos” para la civilización si la inteligencia artificial generativa no se crea con cuidad.
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