Cientos de globos amarillos ascendieron al cielo ayer, al mediodía, como un símbolo de la lucha contra del cáncer. El acto fue parte de la misa anual que celebra la Fundación Jóvenes contra el Cáncer.
La eucaristía se efectuó en la Catedral de Quito. Luego, al son de la banda de la Policía Nacional, familiares, jóvenes pacientes, amigos y allegados dejaron volar los globos en la Plaza de la Independencia, en el Centro de Quito.
También lo hicieron en memoria de los 33 jóvenes que fallecieron a causa de la enfermedad.
“Ellos ofrendaron sus vidas para que haya inclusión, derecho a la salud, a un tratamiento oportuno…”, expresó Gustavo Dávila, director de la Fundación.
Este padre de familia perdió a su hijo Alex, de 16 años, quien padeció de sarcoma óseo. En su memoria fundó esta entidad hace cuatro años, para dar asistencia a los jóvenes que sufren este mal.
Actualmente, 77 jóvenes de 22 ciudades del país asisten a la Fundación. Una de ellos es Estefanía Sánchez, de 20 años. A ella le detectaron un tumor cerebral y hace un año la operaron.
Una pañoleta larga y multicolor cubre su cabeza. “Debo estar en tratamiento por lo menos cinco años, para que me den de alta”, comenta esta risueña muchacha, quien cursa el segundo semestre de Odontología.Otra integrante es Jessica Alomoto, de 20 años. Ella padece de cáncer de útero. Por la enfermedad no ingresó a la universidad a estudiar Ingeniería Informática, pero trabaja en una entidad bancaria. Su hermana Érica, de 18 años, la acompañó en la misa. “Estamos aquí para darle nuestro apoyo. La familia debe mantenerse unida, porque esta enfermedad es muy dura”.
Gustavo Dávila aseguró que mediante estas actividades pretenden generar conciencia y sensibilidad en la población. “Hacemos un llamado de atención a la sociedad, autoridades y empresarios para que sean parte de la atención y asistencia a las personas con cáncer”, señaló.
Muchos de estos jóvenes son de escasos recursos y no pueden realizarse sus tratamientos, o costearse sus traslados a Quito cuando son de otras ciudades. Por ejemplo, desde hace un año están en campaña por el trasplante de médula para Diana Malitaxi.
También hay jóvenes que dejaron de estudiar o no consiguen trabajo por su estado de salud.