Concierto del Español Raphael en la Casa de la Cultura Ecuatoriana.
Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
La cabellera media larga y el traje oscuro se han convertido en una marca de Raphael. Así y con una energía inagotable se subió al escenario del Teatro Nacional de la Casa de la Cultura, la noche del jueves 30 de abril.
El cantante español reunió a dos generaciones de seguidores que veneran su potente voz y al ‘showman’ en el que se convierte frente al público. Con 71 años y menos de 1,70 de estatura, el andaluz sorprendió con movimientos de cadera en las partes más rock&roll de sus canciones y con la seguridad con la que se lo conoció en el pico de su carrera.
Rafael Martos, su nombre de nacimiento, no es el único que se destacó. Los músicos se distinguieron en solos y con un acompañamiento que no fue opacado por la gran fuerza vocal del cantante.
Las fanáticas permanecieron cerca del escenario, tomándole fotos, y una más espontánea se acercó a entregarle un ramo de rosas rojas que él aceptó y colocó sobre el piano.
Las escaleras típicas de los videos musicales de los años 70 fueron parte de la escenografía y se complementó con pantallas y un juego de luces robóticas que acompañaron el ánimo de las canciones.
Raphael hizo uso de la teatralidad y se lo vio apretar puños, temblar con las notas más apasionadas y seducir a las fanáticas al retirarse suavemente la corbata y la chaqueta. Incluso, subió un espejo al escenario, el cual rompió con una silla al finalizar el tema Frente al espejo.
El Ruiseñor de Linares hizo un homenaje a la música ecuatoriana al interpretar la canción Cuando llora mi guitarra y Que nadie sepa mi sufrir, conocidas en la voz de Julio Jaramillo. Además, dijo que Manuel Alejandro es su compositor y biógrafo preferido y como prueba de las cualidades de su amigo, cantó Cuatro estrellas.
Aunque ya ni recuerda o ya no importa el año en el que grabó Gracias a la vida, aseguró que se ha convertido en su canción fetiche. Raphael también rapea y si no, basta con escuchar Escándalo. Asimismo, Enamorado de la vida, Yo sigo siendo aquel y Provocación formaron parte del repertorio que sumó 40 temas.
A pesar de su explosiva presentación, la interacción con el público fue poca. Después de cerca de media hora de concierto, dirigió sus primeras palabras a los asistentes. “Es un verdadero placer estar de nuevo en Quito. Hace mucho que no he estado aquí, pero pienso volver todos los años”, dijo.
Rapahel hizo énfasis sobre este tema casi al finalizar el concierto. Después interpretó Como yo te amo y se retiró al sellar la canción con un “les amo tanto, tanto, tanto. Buenas noches”, dirigido al público.
El concierto inició a las 20:00, con la participación de Andrés Valencia. La banda del vocalista lo acompañó en temas como Hola Soledad. El cantante ecuatoriano finalizó su presentación con Amar sin esperanza, que también fue cantando por el público.