Ver pornografía en pareja puede ser una ayuda para despertar la pasión, todo depende de la comunicación entre ambos. Foto: Pixabay
A Daniel (nombre protegido) le gusta ver pornografía con su novia Paula (nombre protegido) cuando va a un motel con ella. De vez en cuando también buscan videos en Internet. Lo hacen para “inspirarse” o “encender” la pasión.
Ver porno no es beneficioso ni perjudicial para la pareja. Es una herramienta, así como lo son el gusto, los aromas, la música, que estimula los sentidos y que pueden incentivar la fantasía. Esteban Rodríguez, sexólogo, además considera que aporta para “evolucionar la conciencia de la experiencia sexual de la pareja.
Si existe absoluto consentimiento, la pareja puede experimentar y relacionarse sexualmente de manera positiva. Entonces, mirar películas con contenido sexual explícito puede ser didáctico. Puede ser una suerte de manual para aprender posiciones y prácticas distintas, de acuerdo a la explicación del experto.
De hecho, ese es uno de los motivos por los cuales Daniel y Paula buscan películas ‘triple X’. De ese modo también descubren sus gustos y hablan sobre sus preferencias en la cama. Frente a eso, Rodríguez recomienda que la pareja hable de sus intereses previamente a seleccionar el material, no al revés. Mirar pornografía no es un aporte a la relación, si condiciona el deseo sexual de uno o ambos miembros de la pareja.
La oferta de porno es diversa. Hay películas con escenas de gays, lesbianas, ‘interraciales’. Daniel dice que prefiere las películas eróticas, antes que el denominado ‘porno duro’, porque dejan más a la imaginación. Para él, es un buen preámbulo en el momento de activar la pasión y explorar la intimidad.
Mirar pornografía es una práctica mucho más común de lo que se puede pensar. El sexólogo cuenta, a partir de su experiencia, que no ha recomendado esta herramienta a las parejas pues considera que “la gente está totalmente informada de que existe”.
Cada pareja es distinta; sus intereses, sus gustos, sus rutinas son diferentes. Por ello, Rodríguez cree que es fundamental que en cada relación se encuentren lo que mejor se ajuste a ellos, que descubran sus formas únicas.