En el menú hay cinco opciones: la soledad, el tiempo, la ilusión, la casualidad y el reencuentro, todas condimentadas bajo la extravagante receta del amor. Sin pecar de gula, cada persona puede elegir las opciones que deseé y consumirlas en el orden de su preferencia.
Esa es la propuesta del micro teatro Quito, un espectáculo teatral producido por la actriz ecuatoriana Nataly Valencia y los creadores de las obras ‘Tenemos Que Hablar’ e ‘Improkitus’, Cindy Candosin y Héctor Orbegoso.
La propuesta teatral consiste en la representación simultánea de cinco obras de teatro de hasta 15 minutos de duración, cada una interpretada por dos actores, en pequeñas salas de hasta 20 espectadores, donde la creatividad es la clave en el uso de recursos sobre el escenario.
Las obras se presentarán todos los viernes y sábados de junio en cinco salas de la Escuela de Actuación Incine (Lugo y Vizcaya), en tres funciones diarias: 19:00, 19:30 y 20:00. La entrada a cada obra tiene un costo de USD 5.
‘Solo estoy preguntando’ es el título de la obra con la que Andrés Crespo (‘Pescador’, ‘Sin otoño, sin primavera’) acaba de debutar en el teatro junto a la venezolana Cindy Candosin.
Ellos interpretan a una pareja que se reencuentran tras varios meses de haber terminado su relación. Música, una mesa, dos copas y la búsqueda de una oportunidad que quizá nunca vuelva son los ingredientes de esta pieza teatral.
Al mismo tiempo, en otra sala, la canastilla de una descompuesta ‘Rueda de la fortuna’ será el escenario del inesperado encuentro entre una mujer con pánico a las alturas (Paloma Saad) y un hombre que está de paso por la ciudad (Álex Altamirano).
La misma casualidad que reúne a los actores Kristhian Castillo y Adriana Mallorga en una parada de autobús en la obra ‘Tout est merde’.
En otra habitación a Nataly Valencia se la ve concentrada en la lectura de un libro cuando de pronto aparece Raúl Santana que intenta entablar una conversación que no siempre tendrá el resultado esperado.
Por suerte para los actores de ‘Timing’, el tiempo parece ser un elemento capaz de ser controlado a voluntad. Todo eso ocurre mientras una mujer (Carla Yépez) que se ha quedado atrapada en un ascensor ejercita su sarcasmo con un desconocido (Jorge Fegan), que le hace compañía mientras reparan el desperfecto.
Cinco obras que en poco tiempo ofrecen al espectador una experiencia intensa y la posibilidad de sentirse parte de una escena íntima.