Carolina Sáenz examina a la lechuza que llegó esta semana al Hospital de Fauna Silvestre Tueri. Foto: Cortesía Diego Cisneros-Heredia y Diego Medina
Los hospitales y centros dedicados a la atención de fauna silvestre continúan recibiendo a víctimas de cacería, tráfico y tenencia ilegal pese a la cuarentena por el impacto del coronavirus covid-19 en Ecuador. Las amenazas contra los animales no se han detenido y los especialistas buscan formas de seguir ayudando a los rescatados.
Diego Medina, director del Hospital Veterinario Planeta Vida, explica que ahora hay 20 animales rescatados en este establecimiento, ubicado en Latacunga. Algunos, como los tigrillos, ya terminaron su tratamiento e iban a ser trasladados a otros centros para su posterior liberación.
Debido al estado de emergencia, tendrán que permanecer en el hospital. Desde la segunda semana de marzo han llegado otros animales como tortugas mordedoras y distintas especies de aves.
El caso que más ha impactado al especialista es el de un águila pechinegra que fue rescatada hace una semana. El animal tiene una fractura de fémur y varios perdigones en su cuerpo, que aún no han podido ser retirados. “La gente sigue cazando en esta emergencia”, dice Medina. El águila deberá ser operada para intentar salvar su pata. Si no es posible, tendrán que amputarla y colocar una prótesis.
Medina explica que solo la primera intervención, incluyendo la medicación y limpiezas necesarias, cuesta alrededor de USD 600. Esto sin contar con la hospitalización.
Los agentes de la UPMA de la Policía Nacional rescatan a los animales y los llevan a los hospitales. Foto: Cortesía Diego Cisneros-Heredia y Diego Medina
Los ingresos que se obtenían por la atención a perros y gatos en el hospital veterinario permitían cubrir los gastos de los animales rescatados. Ahora que no están realizando consultas veterinarias, se han quedado sin esos ingresos.
Este dinero también era utilizado para comprar el alimento de los animales. Medina explica que quienes deseen colaborar pueden donar frutas, pollo o carne de codorniz. También aceptan transferencias.
Diego Cisneros-Heredia, director del Hospital de Fauna Silvestre Tueri de la Universidad San Francisco de Quito, explica que las donaciones de comida son necesarias, ya que estos animales tienen dietas “extremadamente variadas”.
Algunos comen pescado; otros, carnes y en ocasiones incluso se debe prepararles papillas para que puedan sobrevivir. Recomienda contactarse con los centros para averiguar qué es lo que más se necesita, antes de realizar la donación.
En este hospital, ubicado en Cumbayá, hay 24 animales en proceso de recuperación. Desde que se inició la emergencia, han ingresado alrededor de 12. La última en llegar fue una lechuza y el caso que más sorprendió a los especialistas fue el rescate de un pato silvestre, que solo habita en la Costa.
Cisneros explica que los especialistas están trabajando por turnos y, con la autorización del Ministerio del Ambiente, se adecuó un sitio especial en una zona más central.
El objetivo de tener otra locación es que los médicos puedan llegar rápidamente a atender a los animales que más lo requieren, especialmente a los bebés. Algunos deben alimentarse cada 40 minutos.
Hay otros pacientes que ya deben ser liberados y no pueden esperar, explica el investigador de la USFQ. Con el apoyo del MAE y de la Unidad de Protección del Medio Ambiente de la Policía Nacional, han podido transportar a algunos ejemplares a otros centros.
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