La Alta Comisionada de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, auspicia una campaña mundial que promueve la igualdad y no discriminación de las minorías sexuales, ‘Libres e iguales’. Lesbianas, gais, bisexuales, travestis, transgénero, transexuales e intersexuales, los GLBTI, según Pillay, enfrentan a grandes obstáculos y sus vidas corren peligro en muchas partes del mundo.
El género y preferencia sexual son blancos continuos de discriminación en las redes sociales. Uno de los países con cifras alarmantes de este fenómeno es México. Un estudio realizado por el Consejo para Prevenir Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México, Copred, señaló que uno de cada 100 tuits emitidos en México DF tiene contenido discriminatorio hacia este colectivo por lo que México se unió a la campaña mundial ‘Libres e Iguales’.
Sin embargo de todos los esfuerzos realizados a nivel mundial la discriminación por la preferencia sexual individual crece día con día. “Este es un problema que aqueja a la humanidad” expresó la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
Por ejemplo, en Brasil en el primer trimestre de 2014 se registraron 50 asesinatos a miembros del colectivo GLBTI. Fuentes policiales afirman que “cuatro de cada diez agresiones físicas que se denuncian en las playas del estado de Pernambuco provienen de individuos pertenecientes a las minorías sexuales, que a la vez representan el 60% de las víctimas de los crímenes más aberrantes”.
La igualdad de derechos para las minorías sexuales no solo requiere cambios legislativos y normativos sino un cambio en la forma de pensar y sentir de la gente, al igual que la lucha contra el racismo, según promulga la ONU.
Como aporte a esta campaña que busca el respeto de los derechos humanos de los ciudadanos del mundo, la ONG Foro Jóvenes con Liderazgo produjo un video para dar voz a chicos y chicas que reivindican su identidad u orientación sexual. Sus voces reclaman respeto, consideración, tolerancia a su identidad de género, simplemente dejarlos ser ‘libres e iguales’.