El tiburón nodriza y el guacamayo de Spix fueron reclasificados en esta actualización.
La Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ahora cuenta con 112 423 especies de flora y fauna. De estas, el 27% está en una categoría de amenaza de extinción.
Al comparar los resultados con la evaluación anterior, 10 especies han mejorado su estado de conservación. La actualización de la lista revela que hay mejoras en ocho tipos de aves y dos de peces de agua dulce. La crianza en cautiverio y las acciones de manejo de las poblaciones silvestres han permitido que estos animales disminuyan su riesgo.
Mediante un comunicado, Grethel Aguilar, directora General Interina de la UICN, explica que esto “ofrece una luz de esperanza en medio de la crisis de la biodiversidad”. Si se aplican las medidas necesarias, se puede evitar que animales y plantas continúen desapareciendo, explica.
Aunque estas especies mejoraron su situación, otras 73 empeoraron. Entre estas se encuentran mamíferos como el conejo europeo (Oryctolagus cuniculus). Según la UICN, este animal pasó de ‘Casi Amenazado’ a ‘En Peligro’ en España, Portugal y el sur de Francia. Esta es considerada su área de distribución natural.
El colobo rojo del tana (Piliocolobus rufomitratus) es otro de los mamíferos que elevó su riesgo y ahora está clasificado como ‘En Peligro Crítico’. Este mono es uno de los 25 más amenazados del mundo. Su situación actual está relacionada con la pérdida de hábitat debido a las inundaciones, la agricultura, los incendios, la tala selectiva y el comercio ilegal de madera. La caza también es un problema.
La UICN explica que el Grupo de Especialistas de Primates de esta organización está preparando un plan de acción para la protección de estos animales. Todas las especies de colobos rojos están clasificadas como amenazadas.
El murciélago roseta de Madagascar (Rousettus madagascariensis) es otro que pasó de ‘Casi Amenazado’ a ‘En Peligro’ debido a la presión que ejercen los cazadores en sus cuevas. Se estima que la especie ha disminuido en más de un 30% en los últimos 15 años.
Diego Tirira, investigador de la fundación Mamíferos y Conservación, explica que los mamíferos son atractivos para los cazadores por su gran tamaño. En zonas como la Amazonía baja, donde la deforestación es reducida, la caza es el mayor problema.
Tirira dice que los mamíferos tienen más amenazas porque son más visibles, pero no son necesariamente más vulnerables que otros grupos como anfibios y reptiles. Estos últimos, por lo general, tienen un rango de distribución pequeño. Muchas veces, poblaciones enteras desaparecen ante una amenaza local.
La última Lista Roja de mamíferos de Ecuador está compuesta por más de 440 especies. Alrededor del 25% está en categorías de amenaza. Tirira cuenta que este documento es del año 2011. En este 2020 se empezará a trabajar en la nueva Lista Roja, que esperan esté lista el próximo año.
El investigador cree que la tendencia se mantendrá. Lo más probable es que algunos continuarán en su categoría, mientras que otros incrementarán su riesgo. Uno de los objetivos es que las actualizaciones de estas listas se realicen de forma frecuente y no cada 10 años, como se ha hecho hasta el momento.
Otra de las amenazas para los animales y plantas que surge en los nuevos estudios es el cambio climático. Según Tirira, aún no se conoce cómo esto está afectando a la vida silvestre y se definirá su impacto en las próximas décadas.
La UICN explica que las evidencias sobre la repercusión de este fenómeno en plantas y animales están aumentando. Algunas de las especies más amenazadas por el cambio climático son las de peces de agua dulce y el tiburón nodriza de cola corta. Este último ha disminuido su población en un 80% en los últimos 30 años y pasó de ‘Vulnerable’ a ‘En Peligro Crítico’.
El estudio de la UICN muestra que el 37% de las especies de peces de agua dulce de Australia está amenazado de extinción. De estas, al menos el 58% ha sido afectado por el cambio climático. Esta actualización revela que el fenómeno climático ha causado alteraciones en los hábitats.
También ha provocado que los fenómenos meteorológicos sean más intensos y ocurran con mayor frecuencia que en el pasado. En la zona de El Caribe, por ejemplo, los fuertes huracanes se han convertido en una amenaza para especies de aves como el loro imperial. Estos fenómenos están destruyendo los sitios donde habita el loro. Tras el paso del Huracán María en 2017, esta especie pasó de ‘En Peligro’ a ‘En Peligro Crítico’.