Sarah Garcés tiene una mezcla de culturas. Su madre es francesa, su papá es ecuatoriano y ella es mariscaleña de nacimiento. Eduardo Terán/ EL COMERCIO
Con la elección de Sarah Garcés como nueva Reina de Quito, las fiestas de la capital se iniciaron y de allí una serie de actos multitudinarios serán parte de una agenda repleta de actividades.
Sarah Garcés, la nueva soberana, inició sus actividades muy temprano el viernes 25 de noviembre. Apenas cuatro horas tuvo para descansar, después de una noche llena de emociones, cuando fue proclamada como la nueva soberana.
Aunque amaneció con gripe y voz ronca, tuvo que recobrar fuerzas para levantarse a las 04:00. Peluquería, sesiones de maquillaje, entrevistas y ruedas de prensa coparán la agenda de esta joven de 24 años, durante su primera jornada. “Lo primero que hice fue quedarme en blanco, no sabía cómo reaccionar, y aún no lo asimilo”, decía ayer entre risas.
Garcés tiene una mezcla de culturas. Su madre es francesa, su papá es ecuatoriano y ella es mariscaleña de nacimiento. Tiene dos hermanas y ella es la menor de la familia.
La primera de sus hermanas vive en Francia y vino a Quito solo para apoyar a la nueva Reina en su gran noche. También contó con el respaldo de su novio, con quien lleva un año de relación.
Garcés regresó al país en el 2015, tras vivir cinco años en Europa. A sus 18 años se mudó a Francia para estudiar una licenciatura en Administración de Empresas y una maestría en Marketing y Comunicación.
La experiencia en el exterior, cuenta, le ayudó para conocer otras culturas y, sobre todo, a darse cuenta del apego que siente por su país y de sus ganas por regresar y aplicar lo aprendido en el exterior.
Su meta para este año de reinado es trabajar junto al Patronato San José. Sus objetivos se enfocarán en apoyar a los grupos vulnerables y continuar con el legado que le dejó su predecesora, Angie Vergara, sobre el trabajo con niños y adultos mayores.
Al igual que Vergara, la nueva Reina dice que no tiene un vehículo propio y que continuará transportándose en Ecovía, como lo hacía antes, si no le dan un medio de transporte.
Al finalizar su período espera realizar otra maestría y continuar con sus ‘hobbies’ que son: leer, cocinar, jugar voleibol, practicar patinaje artístico y pasear por Quito.
Al preguntarle a quién admira, la Reina de Quito no duda en responder que sus papás son su ejemplo. Ellos le han dado fortaleza, la apoyan y le han demostrado que dos culturas pueden convivir de la mejor manera, como ellos lo hacen. Garcés rescata su gusto por la comida local.