Vin Diesel será el último cazador de brujas

Kaulder (Vin Diesel) aparece como el líder de un grupo de guerreros que se enfrenta a la más poderosa hechicera de la Edad Media. Fantasía y mitología se combinan en la película de Breck Eisner. Foto: OUTNOW.CH

Más allá del mito, en ‘El último cazador de brujas’ el director Breck Eisner recrea una fantasía alrededor de la historia y los poderes de la brujería, retomando la eterna batalla entre el bien y el mal, para llevarla al terreno de una entretenida aventura visual.
La película se estructura como una historia de dos tiempos, en la que Vin Diesel se apropia del rol protagónico en un relato épico que -tras un buen inicio- transforma el esperado acto de la cacería en una investigación mitológica de estilo policial.
Como apertura, Kaulder (Vin Diesel) aparece como el líder de un grupo de guerreros que se enfrenta a la más poderosa hechicera de la Edad Media, en una batalla que podría cambiar el destino de la humanidad.
Tras una breve introducción, la cinta avanza 800 años en el tiempo para mostrar al hombre que antes de matar a la Bruja Reina recibió el don y maldición de la vida eterna. En su eterno peregrinaje, el cazador de brujas se adaptó a los tiempos modernos hasta convertirse en una especie de pacificador al estilo John Constantine o Abraham Van Helsing, dejando en claro los devaneos del guión con el cómic y la literatura.
Pero cuando se podía pensar que Vin Diesel dejaba a un lado la fiebre de los autos para construir un personaje fresco, de pronto aparece con su media sonrisa a bordo de un flamante Aston Martin, restando cualquier posibilidad de innovación.
El inmortal vigilante pasa sus días asegurándose que no se use la magia en contra de los humanos y llevando a los infractores ante un antiguo consejo de brujos que aplica su propio sistema de justicia.
Sin embargo, el estado latente de la maldad le da una oportunidad al director para ensayar algunos giros y sustentar la idea de que a pesar del tiempo, el mundo solo cambia en la superficie. El legado de la Bruja Reina amenaza con romper la paz y Michael Caine y Elijah Wood, como miembros de una cofradía secreta, aparecen como piezas estratégicas a través de las cuales se revela una serie de secretos y traiciones que ponen
a Rose Leslie como la mejor aliada del justiciero.
Aunque el equilibrio entre realidad y efectos visuales sostiene el ritmo y despierta algún interés en el espectador, la historia pierde frente a la superficialidad de los personajes, mientras que la acción, el humor y el suspenso se diluyen en su propia discontinuidad.