El documental asume el riesgo de integrar el turismo a la política. Foto: Captura de pantalla
Los paisajes, la gastronomía, la historia y la cultura del Ecuador se suman a la política como ingredientes de una nueva producción audiovisual internacional, en ‘The Royal Tour’.
Un programa conducido por el reportero y productor estadounidense Peter Greenberg, que se presenta como una serie de documentales turísticos, con un componente adicional y poco convencional: el recorrido es guiado por el mandatario de cada país visitado.
En busca de innovación en el área de los programas de viaje y con Greenberg como productor y conductor, ‘The Royal Tour’ asume el riesgo de integrar el turismo a la política. El reto en la producción del documental turístico está en mantener el equilibrio entre ambas áreas.
Video: YouTube, cuenta Peter Greenberg
En el caso de Ecuador el anfitrión de Greenberg fue el presidente Rafael Correa, quien hizo un espacio en su agenda política para acompañarlo en un tour a través de las cuatro regiones del país.
Antes de iniciar el recorrido, Greenberg se toma los primeros 10 minutos del programa para presentar el escenario e introducir a su anfitrión, a través de una reseña en la que repasa su formación, los inicios en la política, su ideología, hasta su arribo a la presidencia en el 2007.
En la introducción no se deja de lado el irregular contexto político del país previo al inicio de su periodo presidencial y algunos hechos que han marcado los últimos años de su mandato, como el levantamiento policial en el 2010 o el asilo otorgado a Julian Asange, en la embajada de Ecuador en Londres.
Antes que Correa, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, los expresidentes Felipe Calderón (México) y Alejandro Toledo (Perú), y otros mandatarios fueron los guías de Greenberg en sus respectivos países. En la edición Ecuador, la estructura del programa se repite y tras la presentación del mandatario recién comienza el recorrido turístico.
Presidente y conductor recorren el Ecuador desde el oriente, en un lodge asentado en la rivera del río Napo, hacia la cordillera de los Andes hasta llegar a la capital del país, para contemplar su arte, historia y arquitectura conventual.
Ambientes naturales y urbanos se imprimen en postales registradas por distintos equipos de cámara, que proveen de imágenes suficientes para presentar una edición ágil, que acompaña armónicamente el ritmo de la narración.
Las credenciales ilimitadas con las que cuenta el mandatario de una nación significan una ventaja en términos de producción y un acceso privilegiado a lugares al que pocos turistas regulares podrían llegar.
En avión, helicóptero, auto, lancha, motocicleta y hasta en tren, Correa y Greenberg hacen escala en ciudades como Otavalo, Guayaquil, Puerto López, San Cristóbal, que van quedando en paisajes muy bien fotografiados, amenos personajes, entretenidas anécdotas, además de las inevitables reflexiones propias de un hombre dedicado a la política, a partir de las cuales, el esplendor paisajístico compite con la presencia del primer mandatario.
Además de las paradas obligatorias, el recorrido hace escala en locaciones significativas para el Presidente Correa como el colegio La Salle de Guayaquil, donde estudió y la casa en un céntrico barrio de Guayaquil, donde vivió con su familia.
Incluso en esta ocasión el presidente Correa no desaprovechó para demostrar su gusto por el canto, junto a un grupo de música popular en un restaurante de Guayaquil, en un programa que -entre política y turism-o expone los rasgos distintivos de un presidente y su país.