El filme ‘Grace of Monaco’ llegaba a Cannes espoleada por la polémica y saldrá de esta pequeña ciudad francesa envuelta en críticas.
La película de Oliver Dahan protagonizada por la australiana Nicole Kidman sobre una princesa atrapada en una jaula de oro ha dejado a la crítica con los ojos como platos. No podían creer lo que estaban viendo, una sucesión de hermosas imágenes con una Nicole Kidman siempre perfecta en una historia hueca.
Dahan, quien supo llevar con éxito a la pantalla la vida de la cantante Edith Piaf (y su protagonista Marion Cotillard ganó el Oscar), parece el primero en haber sucumbido al encanto del mito de Grace Kelly, pues presenta su vida como un cuento en el que una princesa supera todos los obstáculos.
Pero sobre todo la cámara de Dahan se muestra totalmente seducida por Kidman, cuya cantidad de primeros planos podría batir récords. Consciente de que la película no había gustado a la prensa, Dahan mantuvo un rostro muy serio durante los 45 minutos de encuentro con la prensa. “Nunca estuvo en mi mente hacer un biopic”, dijo.
Tras la polémica durante el proceso de producción de la película, con la familia Grimaldi abiertamente en contra de lo que consideran un filme basado “en referencias históricas erróneas y literarias dudosas”, el resultado del filme en pantallas fue el silencio al finalizar la primera proyección en el Festival.
Sin embargo, el paso de Kidman por la Croisette acaparó las miradas. Luciendo un vestido bustier color azul cielo bordado con lentejuelas, la actriz subió las escalinatas del Palacio de Festivales para la gala de inauguración del festival de cine Cannes. “Estoy feliz de estar aquí”, dijo la actriz australiana, que encarna a la exestrella de Hollywood, cuya vida fue glamour, romance y tragedia.