Eduardo Trías, director del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva (España), es uno de los invitados especiales al Festival de Cine de Bogotá. Este concluye hoy.
Desde España, ¿cuál es la visión que se tiene del cine de Latinoamérica?Desde España o desde Europa, puedo decir que hay una visión muy mejorada. Bueno, siempre la hubo porque el cine latinoamericano ha sido diferente, desde que empezó cuando era un instrumento de representación política, un instrumento muy documental que reflejaba la realidad de este continente tan variado, rico e interesante. Siempre ha habido gente interesada en ese cine y yo creo que, últimamente, forma parte de una oferta nueva, pues viene de jóvenes talentos que, por otra parte, tienen una gran formación y una cultura cinematográfica. Se está dando un cine muy interesante, de la emoción y de los sentimientos, que tiene una demostración muy especial porque llega al alma del espectador.
¿Por qué el Festival de Huelva ha sido en particular uno de los que mayor atención ha prestado al cine latinoamericano?No deja de ser algo definitorio que Cristóbal Colón salió de Huelva para descubrir América. Eso puede ser anecdótico, evidentemente, pero no cabe duda el espíritu americanista de Andalucía en general y de Huelva en particular. Queda claro que hay lazos con lo latinoamericano, que no solo viene de lo histórico. Cuando el primer director decide crear un Festival de Cine, con una temática diferenciada, se opta entonces por atender a las producciones de Latinoamérica e Iberoamérica.
¿Qué explica, en todo, el interés hacia el cine que viene de América Latina?
Frente a un cine de diversión y comercial, el latinoamericano se ve como más reflexivo y más emotivo. Se trata de un cine muy de autor, de creación, de apuesta personal, de los sentimientos. Yo creo que esos son los mejores elementos del cine latinoamericano. Lógicamente que también existe un cine europeo y norteamericano muy emotivo, de grandes autores y nombres.
¿Considera que al cine latinoamericano le falta inventar una fórmula, como ya lo hizo Hollywood mucho tiempo atrás, para venderse mejor?Evidentemente, toda actividad para que sea sostenible debe tener una alimentación. Si bien es cierto que la cultura tiene una naturaleza sui géneris -y no es lo mismo que una industria-, pues supone la sabiduría, el tiempo, las emociones y los sentimientos de una sociedad. Entonces, la cultura no se puede estar al libre albedrío del mercado y necesita estar subvencionada, cuidada. E intentar, en la medida de lo posible, la búsqueda de un mercado paralelo, alternativo, que le permita ser sostenible.
¿Qué tanto ayuda una ley a la industria del cine?
Totalmente porque la ley va a poner los cimientos que permiten la financiación de las películas. Puede ser una ley de mecenazgo, de incentivos, de beneficios o de protección de la cinematografía. De tal manera que estoy hablando de un tema extremadamente delicado y exquisito a la vez, al que no se puede dejar a los bamboleos del mercado. El acceso a la cultura marca la calidad de vida de los ciudadanos.
En suma, ¿qué papel cumplen los festivales de cine como este de Bogotá?
Los festivales de cine sirven para hacer notorias y dar visibilidad a las producciones cinematográficas, para de alguna manera llamar la atención sobre ellas y conseguir que se abran un hueco en el interés del público en general y del aficionado del cine en particular.