Aunque este es su primer trabajo como protagonista de un largometraje, el ambiente y las dinámicas en la producción cinematográfica de resultan muy familiares a Juan Manuel Arregui. Con sus estudios de Cine en curso, el actor relata su primera experiencia delante de la cámara del director Diego Araujo, en la cinta ecuatoriana ‘Feriado’.
¿Cuál ha sido su experiencia en el audiovisual?
He estado vinculado al audiovisual desde pequeño en los proyectos de mi papá (Víctor Arregui). Desde que empecé a ir a los rodajes supe que me gustaba el cine. A los 16 años trabajé en el equipo de producción de ‘El Facilitador’ en el ‘grip’. Luego en el rodaje de ‘Rómpete una pata’, en el equipo de sonido.
¿Cómo maneja la relación con su padre en un ambiente de trabajo?
Mi papá es una persona muy relajada en el set. Y, aunque nunca ha sido mi jefe directo, siempre compartíamos ambientes y amigos. Esto ha hecho que nuestra relación familiar también sea más cercana.
¿Cómo se vinculó con el proyecto fílmico de Diego Araujo?
Durante el rodaje de ‘Rómpete una pata’ me contactó Mauricio Samaniego para hacer un ‘casting’. Fui a las pruebas. Ahí me encontré con el actor Andrés Paredes. Luego me llamaron a dos pruebas más en la casa del director.
En su paso del equipo de asistencia a la actuación, ¿cómo cambió su perspectiva del ver y hacer cine?
Es un trabajo muy sacrificado. En los primeros días hasta cuesta levantarse. Pero cuando se coge el ritmo te das cuenta de la gran oportunidad que tienes.
Este es su primer filme. ¿Cómo trabajó para construir el personaje?
Llegué en blanco, sin experiencia en actuación. El personaje se fue construyendo en los ensayos con la ayuda de Diego y de Andrés, que me llevaron a explorar otras áreas del personaje.
¿Cuál es la distancia entre el personaje de Juan Pablo y el actor Juan Manuel Arregui?
Soy igual de tímido. Pero mi personaje es mucho más callado e introvertido. Son pocas escenas en las que mi personaje explota emocionalmente. Esas escenas son las más distantes con mi personalidad y las que más me costaron en el set.
¿Qué tan flexible resultó la puesta en escena?
Hubo pocos momentos en los que se podía improvisar porque Juan Pablo tiene pocos diálogos. En la interpretación el director tenía bien claro el concepto y marcaba detalladamente los pasos que debíamos seguir.
¿Como se resolvieron las contradicciones y los cambios emocionales que experimentó el personaje?
Todo fue con la guía del director, que decía que a partir de un punto Juan Pablo dejará de sentir una cosa para expresar otra. El hecho de que la película, en una gran parte, se rodó cronológicamente, me ayudó mucho a desarrollar los cambios que experimentó Juan Pablo.
¿Cómo visualiza el contexto histórico en el que transcurre la historia?
Yo tenía 4 años cuando sucedió lo del feriado bancario. Por mi parte me fui alimentando de las anécdotas y de las historias de la gente cercana. En el set se sentía la época con el trabajo de escenografía y la ambientación.
¿Encontró un equilibrio entre el diálogo y el trabajo corporal?
Juan Pablo es una persona muy callada, por eso intenta expresar mucho con la mirada, el rostro y con algunos detalles en el movimiento de su cuerpo. Otra cosa que llena los silencios de Juan Pablo es el trabajo de Andrés en el papel de Juano, que es más expresivo en la palabra y con su cuerpo.
En la cinta, Juan Pablo es un poeta ¿Cómo es su relación con la escritura?
Los poemas son de Diego Araujo. Me dio algunos para que los leyera antes del rodaje y durante los ensayos. Leyendo esos textos pude entender un poco más qué es lo que está pasando en la cabeza del personaje.
Ha experimentado el trabajo de producción y ahora estudia Cine. ¿Eso ha servido para orientar una especialización?
Me gusta la dirección y el sonido. Pero quiero experimentar más en actuación para reforzar más mi formación profesional.
Trayectoria
- Actor y estudiante de Cine y Artes Escénicas en la UDLA. Trabajó en la producción de ‘El facilitador’ y ‘Rómpete una pata’.
- Tenía 4 años cuando pasó lo del feriado bancario. Por mi parte me fui alimentando de las anécdotas de la gente cercana.