El cuidado personal tiene una relación estrecha con la autoestima y la cotidianidad. Foto: Alfredo Lagla / El Comercio.
La primera necesidad de muchos al levantarse es ducharse, peinarse, cepillarse los dientes… Aunque los implementos usados en esas rutinas a menudo se dan por hecho, son considerados básicos en la higiene personal.
Si bien en las donaciones se ha priorizado el tema de supervivencia y se ha cubierto principalmente la hidratación, alimentación y vestimenta, se está pasando por alto el envío de estos artículos que dan a una persona mayor comodidad en el día a día.
Pero en el champú o en los pañitos húmedos hay más que higiene personal. Estos artículos pueden sumar para devolver el sentido de cotidianidad y la autoestima a los afectados por el terremoto.
Daniela Moreira, sicóloga clínica, explica que la imagen personal tiene que ver con lo que uno representa de sí mismo ante otras. Es decir, si una persona tiene una imagen de miseria y de suciedad, se convence de que ese es su valor.
Lo primero para salir adelante es unir lo físico con las motivaciones, explica la sicóloga. “La imagen es algo icónico que se conecta con el estado de ánimo. Carl Jung (célebre sicoanalista suizo) decía que los símbolos están conectados con el pensamiento, lo abstracto se refleja en los físico”, expresa.
Para aclarar la teoría, Moreira da un ejemplo: “Si tu imagen personal es un desastre porque no has podido lavarte los dientes, no puedes identificarte con la superación”.
Además de la autoestima, un kit de aseo también encierra otro concepto importante. Restablecer poco a poco la cotidianidad ayudará a restablecer la seguridad de los afectados. “Las rutinas diarias son importantes porque dan esperanza y seguridad. En este momento es muy difícil sentir que existe normalidad, pero es algo por lo que se puede empezar”, apunta la experta.
María Eugenia Donoso, representante de la Fundación Lo Que De Verdad Importa, dice que por ello es importante que entre las donaciones se incluya kits de aseo personal, que estén dirigidos estrictamente a las necesidades de las personas.
Los kits de aseo personal pueden incluir artículos en tamaño viajero. Foto: Cortesía Mayté Bravo.
“No es lo mismo repartir 25 jabones que un kit que ya atiende gran parte de las necesidades de un solo individuo”, dice Donoso.
Sin embargo, ha habido un inconveniente en los centros de acopio, pues al llegar a las localidades afectadas, los kits de alimentación, salud, vestimenta o aseo personal son desarmados y rehechos. Para evitar estos inconvenientes y la duplicación de trabajo, es importante estandarizar los kits y etiquetar claramente.
Una iniciativa que se puede replicar es la que lleva a cabo Ana Cristina Vela junto a otras familias . Mayté Bravo, quien se sumó al proyecto, cuenta que adquirieron al costo productos como pasta y cepillo dental, jabón, champú, peinilla, lima, entre otros, en tamaño viajero y los empacaron en fundas re-sellables.
Para maximizar la ayuda, los productos se pueden adquirir al por mayor en tiendas populares. Imagen: Cortesía Mayté Bravo.
Tres adultas y cuatro niñas armaron 50 kits en menos de una hora. Las bolsitas de aseo han ido evolucionando en estos días. Hasta el miércoles 20 de abril se incluyó velas, espejo, vaselina y ahora son empacados en prácticas cartucheras para mayor comodidad.
Este grupo reunió fondos a través de escuelas y conocidos y con USD 360 compraron materiales para 180 kits. Su objetivo es que más organizaciones ciudadanas repliquen este ejemplo y también proponen la creación de kits para bebés (que podría incluir pañales para una semana, pañitos húmedos y crema para evitar la irritación), entre otros.