Los diseños de Alicia Villalba, con su colección Coangue Glamour y Color, cerraron el desfile de modas. Foto: EL COMERCIO
La artista afroecuatoriana Alicia Villalba plasmó sobre telas hindú símbolos ancenstrales de su cultura. Las siluetas de mujeres y máscaras afros que fueron pintadas a mano adornan las prendas étnicas de la colección Coangue, Glamour y Color.
En una velada efectuada ayer, 21 de marzo, junto a los diseños de Villalba, también resaltaron las últimas selecciones de Andrea Bonilla, creadora de la marca Almawa y Dennis Muñoz, de la firma Luna Folk.
Este desfile de modas, denominado Tendencias Imbabura 2015, tuvo como pasarela el complejo cultural Fábrica Imbabura, ubicado en Antonio Ante. A la gala asistieron alrededor de 400 personas.
Villalba explica que su colección está inspirada en la vestimenta de la realeza española del siglo XIX.
Las telas de algón absorvieron los tintes en los que resaltan los tonos rojo, café, amarillo, naranja, turqueza y verde. Los vestidos, la mayoría en formas de túnicas, se complementan con finos encajes.
Seis esbeltas modelos lucieron estas prendas con los que descendió el telón de esta función de moda.
Pero antes, cinco bailarines, a ritmo de música electrónica, abrieron el estreno de la exposición de las nuevas tendencias en la moda concebidas por las tres jóvenes imbabureñas.
El desfiles Tendencias Imbabura 2015 es parte del apoyo de la Prefectura de Imbabura a las propuestas de emprendimiento. Foto: EL COMERCIO
Desde hace tres años, Muñoz, que se considera una diseñadora de modas independiente, empezó a crear sus primeros bocetos. Preferió que sus diseños no se queden solo en un dibujo o una idea y los elaboró en diferentes tipos de tela, colores y texturas.
Sus vestidos y accesorios, señala, están inspirados en la fauna, flora y la cromática de la tierra. Comenta que Luna Folk es moda andina de calidad. “Hemos sintetizado y adaptado las técnicas tradicionales de bordados y tejidos -de mujeres Kichwas- y apliques de cuero -de artesanos- en prendas actuales”.
En cambio, Andrea Bonilla le apuesta al diseño del vestuario al que prefiere llamarlo patrimonial y ecológico. Los matices fuertes y los trazados de los bordados y los tejidos indígenas de Imbabura marcaron a la diseñadora.
Su firma Almawa, Conexión Natural, indica, está inspirada en el monte “taita” (padre, en quichua), Imbabura. Ahí, econtró una variedad texturas y gamas soleadas e invernales que da como resultado una simbiosis de íconos ancestrales y naturales.
Por eso, Bonilla prefiere para sus creaciones emplear fibra de algodón, lienzo, lino, lana, hilo, seda, alpaca, cabuya. Estas se complementan con las hábiles manos de mujeres campesinas de La Esperanza y Zuleta, en el sur de Ibarra, que aún mantienen la tradición del bordado y la confección.
Las tres emprendedoras forman parte de los 23 emprendimientos que fueron premiados por el Programa de Incentivos Imbabura, Diversa y Productiva, que desde el año pasado impulsa la Prefectura. A cada uno se le entregó un fondo económico, no reembolsable, con el objetivo de crear alternativas de desarrollo productivas.