En el 2008 pude conversar con él, pero reencontrarlo la semana pasada en el ‘Quito, ciudad de letras’, me dejó recordar que con William Ospina, escritor colombiano, el diálogo es calmo y dado a las cavilaciones profundas. Cada respuesta es formulada como una filosofía; siempre hay lucidez en su palabra.
Tras 12 años de obrar en una trilogía sobre la conquista de América, de publicar sus dos primeras partes, ‘Ursúa’ y ‘El país de la canela’ (por la que obtuvo el premio Rómulo Gallegos 2009) y de haberse sumergido en ese mundo, William Ospina ha hecho algunas pausas; no para alejarse del tema, sino para encontrar otros caminos. En uno de esos lapsos escribió su biografía de Simón Bolívar. Pero yo me voy por lo anterior y le inquiero sobre la tercera parte, ‘La serpiente sin ojos’. “¡Hay que terminarla!”, exclama.
Acaso es que William se ha hermanado ya con sus personajes. “Creo que a los personajes históricos nunca se los acaba de conocer. hay estampas y crónicas, pero si te acercas más, descubres nuevas facetas. Sin embargo, en los momentos decisivos de sus vidas, son desconocidos y me pregunto: ‘¿quién era? ¿cuál era su secreto?”.
De su exploración por la novela y el poema, señala que años antes se acostumbraba a ponderarse la división de narrativa y poesía, pero que ahora a lo sumo puede haber una línea entre prosa y verso. Eso sí, “poesía debe haber en todo, en ensayos, en cartas, en diarios, en noticias de prensa…”.
William halla más compleja la música de la prosa, no es reiterativa ni lógica como en la poesía; es más parecida al jazz, que a una cadencia clásica.
En ese ritmo que suena en sus novelas, hay pocos diálogos; la invención de ellos -dice- contaminaría la realidad de las historias.
En sus relatos, más bien se insertan imágenes intensas, esa esencia desgarradora de la Conquista, que el autor construye desde una conciencia dictada por el ojo del ‘otro’. Sus novelas son así, una experiencia visual, donde el espacio parece tener voluntad y el paisaje se hace territorio, por las relaciones con los sujetos.
Le confieso que mi experiencia como lector de su obra, me llevó de lo más reciente a lo anterior, y de un género a otro. De ‘El país de la canela’ a ‘Ursúa’; y por las imágenes allí escritas, a su poesía; y por las reflexiones que subyacen en los poemas, al ensayo. Él, como autor, encuentra ese recorrido literario satisfactorio, porque hay un rastro posible de seguir, porque un nuevo proyecto siempre nace del anterior. Así, su obra está ligada: la poesía de ‘El país del viento’ está en la trilogía de novelas sobre la conquista, y viceversa.
Además, hay una forma de pensar la modernidad que late en los textos de Ospina. Al colombiano le resulta un tema amplio y apasionante. Aunque le parezca que siempre está hablando de lo mismo, interroga a la modernidad desde diferentes lugares; es como una fuerza que le mueve. Ese tema se guía por la cuestión del conflicto entre el espíritu europeo transformador de la naturaleza y el espíritu americano, la lucha entre distintas formas de poblar y habitar el planeta: “Un encuentro que no pudo ser abrazo, sino un choque muy violento”.
¿Qué resultó de ese choque? Para Ospina, Latinoamérica es una cultura que ya no sabe muy bien qué está dentro y qué está fuera; una región que se vio desde el exterior pero que a la vez se sintió como pulsión interna. Latinoamérica -piensa- es comprensible como un diálogo de europeos, africanos, asiáticos, americanos; un diálogo que abre posibilidades.
En lugar de desmembrarse con fanatismos identitarios, este escritor colombiano siente que lo que somos no está relacionado al arraigo, sino que “estamos aquí y mirándonos desde lejos, en el espacio y en el tiempo”. Concuerdo con él en que es muy bello tener esa complejidad y así entender las aventuras de Borges, de Rulfo, de García Márquez, de otros…de William Ospina.
HOJA DE VIDA
William Ospina
Nació en Padua, Tolima, Colombia, en 1954. Estudió Derecho y Ciencias Políticas; pero abandonó la carrera para dedicarse a la literatura y al periodismo.
Entre sus obras están: ‘Es tarde para el hombre’ y ‘Au- relio Arturo’ (ensayo); ‘El país del viento’ y ‘¿Con quién habla Virginia caminando hacia el agua?’ (poesía); ‘El país de la canela’ (novela).