Redacción Cultura
Los sonidos de los instrumentos llenan los pasillos de la Casa de la Música.
Al cruzar el umbral del salón principal, aparecen niños. Tocan violas, violines, chelos, contrabajos, flautas, oboes, cornos, trompetas, percusión, etc. Les acompaña su profesor, Felipe Luzuriaga, de 30 años.
Son los chicos, de entre 6 y 15 años, que integran la Orquesta Sinfónica Infantil. Tienen un ensayo, a vísperas de un concierto.
Estos niños y jóvenes practican y aprenden música de tres a cinco veces por semana en la Fundación Orquesta Sinfónica Juvenil del Ecuador (Fosje), ubicada en el norte de la ciudad.
Desde que se creó, hace 14 años, ha estado bajo las reglas del Ministerio de Educación, por su labor formativa.
Ahora, el maestro Patricio Aizaga, director de la Fosje, espera que esto no cambie con el proyecto de la nueva Ley de Cultura ni con el proyecto de Sistema Sinfónico del Ecuador.
“Nos ha costado 14 años formar a los jóvenes que ahora son profesionales, integrantes de la ahora Filarmónica de Docentes que enseñan a los niños. Incluirla en la Ley de Cultura sería grave”. Su temor se fundamenta en que todo el proceso se rompa.
Este se consolidó tras la firma del convenio entre la Fesnojiv (Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, liderada por el maestro José Antonio Abreu, en 1998), el Ministerio de Educación de Ecuador y la Fosje.
“Seguimos la metodología de la Fesnojiv de Venezuela, que es un fenómeno a escala mundial”.
Este implica -explica Aizaga- la formación integral del niño dentro de la orquesta.
“Antes se pensaba que primero debía estudiar solfeo, teoría, etc. y luego con los años pasaba a una orquesta. Aquí es al revés. La orquesta es un ejemplo de vida, de comunidad, de convivencia, donde el niño crece fundamentado en valores de respeto, solidaridad, aprendizaje, de perseguir objetivos en común”.
Y los niños de la Sinfónica lo asumen con naturalidad.
Carmen Salazar, que a sus 12 años se desempeña como violinista, está contenta en la orquesta. “Logra que una persona sea mejor, se desarrolle en todo sentido y no estoy haciendo otras cosas que no son productivas, como estar acostada viendo la tele. Así disfruto con mis amigos y aprendiendo”.
Su compañero violinista Ricardo Porras, de 14 años, coincide con Carmen. Hace dos años entró a la Fosje sin saber nada de música. “He aprendido bastante rápido. Uno se siente a gusto, nos ayuda a crecer bastante en la música y nos forma en nuestra vidas cotidianas”.
Este cambio de actitud también lo perciben los padres.
Silvia Crespo, mamá de Gabriela Cobo, dice que su hija, de 12 años, “ha progresado muchísimo. Se ha vuelto más independiente y activa. En los estudios es una de las primeras en la clase. La música le ha ayudado bastante para que se desarrolle en todo”.
Reconoce que la institución le ha dado facilidades para esos estudios. Por mes paga apenas USD 6 por las clases .
Solo gastó en la compra del violín que lo hizo un maestro, “yo quería comprarle aparte, pese a que la Fosje podía darme uno ”.
Asimismo, Rosario Molina se siente orgullosa de su hija, Maira Logacho, de 15 años. “Veo a los adolescentes en las calles y me gusta que mi hija esté aprendiendo. Le gusta estudiar”.
Hoy, la Fosje tiene alrededor de 520 alumnos en Quito, Guayaquil y Esmeraldas. Este último núcleo apenas tiene un año. Los niños combinan los estilos clásicos con los de su provincia.
Punto de vista
Gustavo Lovato/ Consultor externo en música Min. de Cultura
‘El sistema busca reglamentar’
Hay que aclarar que el Sistema Sinfónico Nacional, que propone el Min. de Cultura, es un sistema abierto que tiene relación con las entidades públicas.
Se enmarca dentro del Sistema Nacional de Cultura que es parte de la nueva Ley. Busca sistematizar lo que ya existe: los recursos, las orquestas, los músicos, el trabajo que ha sido, muchas veces, producto de la necesidad y sin argumentos técnicos.
Pero el sistema no afecta a ninguna de las instituciones. Lo que hace es normar, reglamentar, en algunos casos, y en otros orientar, dar una perspectiva a cada una de las instituciones.
Busca colaborar en la organización de un sistema, que permita el desarrollo de las orquestas. Ninguna, incluyendo la Filarmónica, debe sentirse afectada. El Ministerio también debe estar abierto a las propuestas externas para que el Sistema Sinfónico sea sólido. La Fosje es un trabajo sistemático de algunos años. Todo el mundo reconoce su trabajo serio que se enmarca dentro del sistema de difusión.
El compositor Milton Estévez elaboró el plan
La Fundación Orquesta Sinfónica Juvenil del Ecuador (Fosje) se encuentra localizada en la av. Atahualpa, entre Iñaquito y Núñez de Vela. Actualmente ocupa el antiguo edificio del Municipal Tennis Club.
Para mayores informes, puede comunicarse a los teléfonos 226 8832. También puede visitar su página en Internet: https://www.fosje.org.ec/. Allí aparecen fotografías de algunos conciertos desarrollados en el país y el exterior y la historia de sus comienzos.
El Sistema Sinfónico del Ecuador (SSE) es un plan elaborado por el compositor Milton Estévez, radicado en EE.UU. Todavía no está aprobado por las autoridades, pero se recogen aportes.
En días pasados, las principales orquestas recibieron una copia del documento para que fuera analizado. El plan del Ministerio incluye a las bandas populares, con un censo, mapeo y hasta una auditoria técnica.