El trazo de Paulo Caruso, humorista gráfico brasileño, que recientemente visitó el país en el marco del Encuentro Internacional de Caricaturistas organizado por Diario El Universo por sus 90 años de fundación, lleva más de cuatro décadas riéndose del poder (político y empresarial) a través de sus dibujos, puestos en escena en sus tiras cómicas: ‘Bar Brasil’ y ‘Avenida Brasil’, durante casi toda la dictadura de su país (21 años) y hasta ahora.
Caruso trabajó en O Pasquim, un semanario irreverente, dirigido por humoristas gráficos, que generó un punto de quiebre en la escena política brasileña, haciéndola menos densa, porque se reía de ella y de todos a la final. Este Diario conversó con él sobre su experiencia con la censura y la autocensura en épocas difíciles.
¿En algún momento se autocensuró?
Al principio los censores de la dictadura no reconocían lo que en realidad quería decir la caricatura, pero ya luego empezaron a censurar los dibujos también. Y sí me he autocensurado, porque lo que pasa es que la censura fue migrando hacia adentro: el dueño del medio era el que la ejercía. Los intereses de los anunciantes se constituyen en una especie de fiscalización de lo que sí conviene y lo que no. Entonces a veces yo hacía chistes en los que el director me decía: por culpa de este chiste perdemos el anuncio del banco tal… y empecé a tener cuidado, para que no hubiera ataques contra la revista en la que trabajaba.
¿Era más común autocensurarse respecto a la publicidad o a la política?
A la publicidad, porque en la política podíamos tener un trabajo sustentado y es obvio que si somos profesionales tenemos que bregar por la libertad.
¿Lo apresaron alguna vez?
No, pero mi hermano (gemelo) estuvo preso, pero no por sus dibujos (también es humorista gráfico) sino porque estaba estudiando en la casa de un compañero que era de oposición al Gobierno.
La censura le habrá hecho pasar malos momentos…
Eso sí, tuve que salir de un periódico porque no querían publicarme, y yo como profesional tengo la certeza de que lo que hago es para ser publicado.
¿Se fue de muchos medios?
Sí, de varios periódicos.
¿De qué necesidad, de dónde sale la censura?
A veces la ignorancia es la que hace la censura.
¿Qué opción tienen los humoristas gráficos para existir en un contexto hostil?
Seguir. Nosotros somos periodistas y estamos en esta lucha por conservar la libertad.