La del viernes fue una noche muy especial para la musicóloga Ketty Wong. Hace pocas horas había llegado al Ecuador (reside en EE.UU., donde es profesora de etnomusicología) para escuchar el estreno de una partitura que ella había descubierto en sus investigaciones de maestría.
La obra era de Luis Humberto Salgado y llevaba como nombre ‘Concierto para piano y orquesta La Consagración de las Vírgenes del Sol’, una historia musical basada en una leyenda indígena.
En el intermedio de la noche, tras escuchar a la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador (OSNE), que estuvo a cargo del estreno, Wong no pudo sino quedarse en su asiento y comprender lo que había escuchado.
Tras una pausa larga, la musicóloga salió de la sala de conciertos, en la que no hubo un solo asiento vacío durante la noche. Ante al pregunta ¿qué le había parecido la obra?, ella exclamó: “Se me erizó la piel”.
Para Wong, el haber asistido al estreno de este concierto la llevó a una conclusión: “Esta noche se ha desmitificado a Salgado”. En su opinión, que la OSNE haya interpretado una obra del compositor ecuatoriano da como resultado una nueva etapa en la forma de entenderlo.
“Salgado sí puede ser interpretado y con ello se desmiente la idea de que su música es imposible de tocar”, señaló Wong.
Entre saludos a sus amistades, cerca de Wong, María Clara Crespo de Correa, presidenta de la Fundación Filarmónica Casa de la Música, intentaba escuchar lo que decía la experta.
Cuando escuchó la palabra “desmiente”, enseguida puso toda su atención a la charla sobre la obra que mantenía Wong.
Mientras la musicóloga tomaba una pausa para armar sus ideas, Crespo no dudó en apropiarse de la conversación y decir: “Es un orgullo el que se haya estrenado esta obra en la Casa de la Música”. Ella recuerda que, hace pocos años, Wong había llegado a las puertas de la en otrora Sociedad Filarmónica del Ecuador con una noticia: “Tengo una obra de Salgado”.
Ahora, ya varios años después de ese momento, Crespo agradeció el haber asistido a este concierto. Un agradecimiento que para Wong significó“el sentirse orgullosamente ecuatoriana”.
Tanto Crespo como Wong reconocieron que la forma en que la orquesta interpretó la obra fue de muy alto nivel. Asimismo, otro de sus elogios fue dirigido para Eduardo Florencia, el pianista guayaquileño que participó en el estreno.
Interpretar música ecuatoriana para todo el mundo, la meta por la que se creó la Casa de la Música, se cumplió con la pieza de Salgado, la OSNE (bajo la batuta de Gustavo Lovato) y Florencia al piano.