‘Pigmentos y Brillos en la Costa del Ecuador Precolombino’ estará abierta hasta el 31 de agosto, en el Museo Casa del Alabado (Calles Cuenca y Bolívar). Foto: Cortesía Museo del Alabado
La amplia paleta de color de las culturas precolombinas de la Costa ecuatoriana motivó una investigación a cargo del Museo Casa del Alabado y del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC). Los resultados de esos estudios se pusieron en evidencia en la muestra ‘Pigmentos y Brillos en la Costa del Ecuador Precolombino’, que fue inaugurada este 2 de junio.
Una de las cosas que más le impresionó a Alejandra Sánchez, arqueóloga española y curadora del Museo, fueron los colores de las figuras precolombinas. “Son fuertes, hay amarillos, verdes, rojos. No son habituales en otras partes del mundo”, dijo. Explicó que el color no es lo extraordinario, sino la variedad de colores usados.
‘Personajes femeninos en la danza’ son algunas de las piezas destacadas. Pertenecen a la cultura Jama Coaque (300 a.C. y 1532 d.C.). Son dos figuras femeninas que fueron elaboradas con moldes, cuentan con detalles de arcilla amasada (cabello, nariguera, collar) y la pintura, después de la cocción fue el toque final. El amarillo, verde y rojo fueron usados para darles vida.
El grupo de investigadores del Museo del Alabado y del INPC se plantearon conocer de dónde provenían estos tintes y sus significados. Descubrieron que alrededor del 500 a.C., durante el periodo de desarrollo regional, hubo una explosión de color en la costa ecuatoriana. Algunos de los motivos fueron: búsqueda de diferenciación entre culturas, intercambio de ideas y materiales y la importancia de tener ceremonias lujosas y ornamentadas.
Los colores que se usaban para pintar las cerámicas provenían de fuentes naturales. El rojo se obtenía de la hermatita, el blanco del carbonato de calcio, el amarillo de la goethita, el negro del carbón y el verde de la glauconita.
Pero los pigmentos no eran las únicas posibilidades de color, pues, según explica Sánchez, había un gusto estético para elaborar joyas, accesorios y elementos ornamentales en diferentes materiales, como la concha, spondylus, piedras y metales como el oro, bronce, plata y diferentes aleaciones.
Los colores que se usaban para pintar las cerámicas provenían de fuentes naturales. Foto: Cortesía Museo del Alabado
En el recorrido se podrán apreciar piezas permanentes del museo que cuentan con cédulas exclusivas de esta exposición, para poner en evidencia los colores que hasta ahora habían pasado desapercibidos. El análisis de las paletas cromáticas, materiales y simbolismos complementan la muestra. Además, se abrieron dos salas temporales en las que se aborda el brillo y el color, a través de piezas que son parte de la reserva del museo y de figuras del Ministerio de Cultura y Patrimonio.
‘Pigmentos y Brillos en la Costa del Ecuador Precolombino’ estará abierta hasta el 31 de agosto, en el Museo Casa del Alabado (Calles Cuenca y Bolívar).