En Holanda, Cinema VR ofrece un espacio para ver películas inmersivas gracias al uso de visores de realidad virtual. Foto: Estéfano Dávila Ferri/ EL COMERCIO.
Las salas de cine ya no son los únicos espacios donde se proyectan las historias de la pantalla grande. Las alianzas del séptimo arte con las nuevas tecnologías resultaron en el desarrollo de formatos cinematográficos en realidad virtual (RV), los cuales amplían las narrativas audiovisuales o bien muestran otra forma de disfrutar de los filmes.
Una muestra de este trabajo es lo que presenta Google a través de la aplicación Stories. En esta, el usuario accede a contenido en realidad virtual como en la película ‘Isla de los perros’, en la cual se cuenta el tras cámaras de la animación de la cinta de Wes Anderson.
Este tipo de formato comenzó a despegar en los últimos dos años con la masificación de los visores de RV.
En marzo del 2016, Holanda fue el escenario de la primera sala de cine de este tipo.
El espacio holandés tiene unos 100 metros cuadrados, con 40 sillas giratorias, y la misma cantidad de visores de RV con sus respectivos teléfonos inteligentes, que eran utilizados por los visitantes para ver diferentes producciones, desde cortos animados infantiles hasta documentales sobre la cruda realidad que viven los refugiados en Siria.
Pese a lo innovador de la idea, solo pasaron dos años para que la sala cerrara sus puertas. Este año dejaron de vender tiquetes y ahora Cinema VR solo hace presentaciones privadas para empresas que requieran de su servicio.
La propia evolución de la tecnología de RV ha llevado este formato a las manos -y los ojos- de cada vez más usuarios. Por ejemplo, de la mano de los videojuegos, Sony ha desarrollado su propio visor, el PS VR, que permite a los usuarios jugar en entornos inmersivos y también ver películas.
Los videos no necesariamente tienen que ser filmados en 360°. En el modo cinemático de PS VR, los usuarios pueden configurar características como el tamaño de la pantalla de la sala de cine simulada, para tener una experiencia tradicional, o mirar películas en formato grande, estilo IMAX. Sin embargo, esta se ve proyectada sobre un gran espacio negro, en el que no existe nada más que la pantalla.
Mientras que el visor PS VR requiere de una PlayStation 4 para su funcionamiento, otros dispositivos pueden trabajar de manera autónoma.
Es el caso de Oculus Go, el visor de RV fabricado por Facebook que salió a la venta en el mercado mundial desde este mes (mayo del 2018). Este dispositivo puede funcionar de manera autónoma, sin soporte de un teléfono inteligente o de un computador. Además, tiene su propia tienda de aplicaciones, en las que se puede descargar varias que permiten tener una experiencia cinematográfica en cualquier lugar.
Cine VR, por ejemplo, simula una sala de cine. Los usuarios podrán ver videos con el visor colocado y, al girar la cabeza, podrán apreciar las paredes y los asientos de una sala de cine. Incluso podrán compartir la sala con hasta nueve personas que también tengan un visor con la ‘app’ instalada y cambiarse del asiento virtual que les ha sido asignado si así lo desean. La aplicación tiene una función de ‘chat’ de voz, para poder conversar con los otros usuarios mientras se mira los videos proyectados. Con ello, la experiencia inmersiva de la RV quiere ganar adeptos.