La huella de este dinosaurio tireóforo recientemente descubierta es de las más antiguas de América. Foto: Facebook/ Conicet.
Es, según los investigadores, la huella más antigua de un dinosaurio herbívoro en el hemisferio Sur de América. Por lo que también podría estar entre las más antiguas de todo el continente. Pertenece a un tireóforo, una especie que que habitó la Tierra entre el Jurásico y fines del Cretácico.
El hallazgo fue realizado por investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet) en la Formación Lajas, una unidad geológica del Jurásico ubicada en la cuenca Neuquina, ubicada en la región centro-occidental de Argentina.
Según un comunicado del centro, hasta ahora “en Sudamérica las huellas más antiguas que se conocían de tireóforos se habían hallado en Brasil y correspondían a una etapa límite entre el Jurásico Tardío y el Cretácico Temprano“. Pablo Pazos, investigador del Conicet, explica que “más al sur, los registros que había de la presencia de este lado correspondían al período Cretácico”.
Fue Pazos quien, junto con un grupo de investigadores, realizó el hallazgo. Se trata de una huella que corresponde al pie de un tireóforo del Jurásico Medio. El descubrimiento también fue difundido en la revista Journal of South American Earth Sciences.
Los investigadores analizaron la huella y concluyeron que es “característica de los estegoaurios, un género de dinosaurios tireóforos, y se trata sin duda de la más vieja de la Cuenca Neuquina y la más antigua de un tireóforo para el hemisferio Sur y para todo el territorio de lo que fue el supercontinente Gondwana, antes de que se produjera la separación en aguas profundas de Sudamérica, Antártida y Australia”.
El hallazgo se distingue además por ser una huella única aislada de un pie. “Lo más frecuente es encontrarlas de a pares o componiendo una caminata“, dice el Conicet. Además, la huella se encontró en un plano inclinado, cuando normalmente estos descubrimientos se realizan en superficies planas.
“La marca del pie del dinosaurio está preservada en una estructura sedimentaria que se genera por corrientes fluviales y eso produce la formación del plano inclinado. Es posible que la superficie sobre la que pisó el dinosaurio estuviera sumergida, aunque no totalmente, y que la humedad y las matas microbianas hayan favorecido su preservación. Esto resulta consistente con la hipótesis que encontramos revisando la literatura de que los estegosaurios podían atravesar pequeños cuerpos de agua”, dice Pazos en el comunicado del Conicet.
La edad del sitio en el que se halló la huella no puede ser determinada con exactitud, pero los investigadores estiman que tiene entre 163 y 170 millones de años. Lo que sí saben los científicos es que la huella es “la más antigua de un tireóforo hallada en lo que fue el supercontinente Gondwana”.