En la actualidad se calcula que hay en circulación unos 7 mil millones de celulares en el mundo. Foto Referencial: Flickr
El teléfono celular se convirtió a lo largo de la última década en un objeto indispensable para la vida de cualquier persona. La dependencia por una conexión a Internet constante y esa ambición por la inmediatez lo convirtieron en una suerte de “apéndice digital” del cuerpo humano. Sin embargo, la utilización cotidiana del dispositivo pudo también esconder una grave amenaza para la salud de cara al futuro.
El Programa Toxicológico Nacional del Departamento de Salud de Estados Unidos reavivó el debate: el uso de los teléfonos móviles podría causar graves perjuicios para la salud.
Un grupo de investigadores expuso durante dos años a ratas dentro de cámaras que emitían una radiación equiparable a la que las personas absorben en su vida diaria con sus teléfonos portátiles y los resultados fueron alarmantes: el contacto con las ondas radiactivas incrementan con claridad el riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer.
Al comparar al grupo en cuestión con otro de roedores que no formaron parte del experimento, se registró que alrededor del 3% de las ratas macho de la primera unidad contrajo un tumor maligno en el celebro y también el 6% desarrolló tumores benignos en el corazón.
Los especialistas adjudicaron los problemas de salud a la radiación y añadieron que, curiosamente, en las ratas hembras se reflejaron daños menos nocivos.
El Dr. Ignacio Casas Parera, Jefe del Departamento de Neurología del Instituto de Oncología Roffo, consideró que el estudio “debe tomarse en cuenta, ya que los seres humanos estamos expuestos diariamente a estas mismas radiaciones de radiofrecuencia”.
A su vez, el neurooncólogo señala: “Los jóvenes pueden ser lo más afectados en un futuro a causa de la osificación de la caja craneana que se produce paulatinamente y finaliza a alrededor de los 19 años”.
El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), avaló el informe ya que, en 2011, calificó a la radiación de los celulares como “posibles carcinógenos para los seres humanos”. De todos modos, dentro de esa clasificación también formaron parte el café y los vegetales en conserva.
En la actualidad se calcula que hay en circulación unos 7 mil millones de celulares en el mundo y más de 60 millones en Argentina (1,5 per cápita). Sus ondas de radiofrecuencia se activan ante cada envío o recepción de señales con las torres de telefonía.
La otra campana
Según el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de Estados Unidos, la radiofrecuencia de la telefonía móvil trata de una energía no ionizante, de baja intensidad, y por ende “no daña el ADN”.
El informe del NCI citó tres grandes estudios que desestiman la relación entre el uso del celular y el cáncer. Entre ellos, se destaca el llamado Interphone que lo ideó el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer.
La investigación intentó demostrar que no existía vínculo entre los celulares y el cáncer de cabeza y cuello en adultos y que la cantidad de tiempo de uso tampoco jugaba un factor de importancia. En EEUU, desde 1992 no se registró un aumento en la incidencia del cáncer cerebral, pese al auge de la telefonía móvil.
La pregunta inevitable es: ¿por qué las investigaciones conducen a resultados tan diferentes si al fin y al cabo se trata de ciencia? La INC alude a un sesgo en la memoria de los participantes, que no recuerdan con nitidez sus hábitos de consumo. Además, se debe tener en cuenta que los celulares viejos operan con una radiofrecuencia más perjudicial que los nuevos smartphones.
¿Qué medidas de prevención se pueden tomar?
Si bien no está aclarado el impacto de la radiación que emiten los celulares, El Dr. Casas Parera recomendó ciertas precauciones:
Limitar el uso de teléfonos celulares a llamadas esenciales y procure que sean cortas, especialmente en menores de 20 años.
Los niños pequeños deben usar el celular solo en casos de emergencia.
Usar un dispositivo que tenga auricular con tubo de aire. El cable del dispositivo manos libres funciona como antena y no solo transmite la radiación de su teléfono, sino también la de los dispositivos de su alrededor.
Si se usa dispositivo de manos libres, esperar a que la llamada se conecte antes de ponerse el auricular al oído.
Evitar utilizar el celular en espacios cerrados de límites metálicos como vehículos o ascensores, en los cuales el celular debe utilizar más poder para establecer la conexión.