El Centro Cultural Quilago, en Otavalo, impulsa espacios de arte comunitario

En Otavalo, Miguel de la Cruz, estudiante de Artes Plásticas, impulsó la creación del Centro Cultural Quilago.

En Otavalo, Miguel de la Cruz, estudiante de Artes Plásticas, impulsó la creación del Centro Cultural Quilago.

En Otavalo, Miguel de la Cruz, estudiante de Artes Plásticas, impulsó la creación del Centro Cultural Quilago. Foto: Álvaro Pineda para EL COMERCIO

La figura de una madre sujetando a su hijo en sus brazos decora uno de los muros de un antiguo inmueble en donde funcionará el Centro Cultural Quilago, en la comunidad kayambi Mariscal Sucre, en Otavalo (Imbabura).

En el mural hay detalles como la costumbre que tienen las mujeres indígenas de envolver con una faja el cuerpo de los recién nacidos, en los primeros meses. El dibujo representa el inicio del nuevo centro, explica la artista plástica Andrea Heredia, autora de la obra. Prefirió el uso de colores cálidos para que resalten en el verde paisaje que rodea a esta localidad, de casas de construcciones modernas.

El Centro Cultural Quilago, que se formó a inicios de este año, busca consolidar espacios culturales en esta parcialidad. El nombre es en homenaje a la princesa kayambi Quilago, denominada la señora de Cochasqui, que enfrentó el avance de las tropas incas por las tierras de esta región.

“Contamos con un territorio que posee una riqueza cultural grande”, explica Miguel de la Cruz, líder de Quilago. Por eso, en este espacio se proponen desarrollar actividades para todas las edades. Una de las más recientes fue el encuentro Arte y Comunidad, con un enfoque intercultural, que se desarrolló el fin de semana pasado.

Ahí se dio forma al mural. También fue un espacio para debatir sobre la situación cultural y artística en los espacios comunitarios. Previamente, en junio se hizo una jornada para integrar a la comunidad durante el Hatun Puncha (Día Grande, en español) o Fiesta del Sol.

Se recuperó la vertiente Mariscal, considerada sagrada para estos kichwas, porque ahí realizan el baño de purificación. También participaron en la toma de la plaza local. Por lo pronto, el objetivo más grande de los jóvenes del Centro Quilago es culminar con la restauración de la casona. Ahí está prevista que funcione una galería de arte, biblioteca y un área para talleres.

En la sala de exposiciones se planea que tanto artistas locales y de otras partes del país muestren su producción artística, señala de la Cruz. Una de las próximas actividad será pintar otro mural con la ayuda de niños de la comuna. En esta intervención lúdica la idea es que los pequeños, en un espacio determinado, plasmen sus creaciones. Luego, un artista dará una forma general a lo que los infantes dibujen.

Además en otro taller se busca enseñarles sobre alfarería, ya que en la zona se ha encontrado vestigios arqueológicos de culturas prehispánicas en algunas de sus tolas.

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