Los artículos electrónicos son recibidos y procesados en la planta de Vertmonde, en el norte de Quito. Allí se reciben todo tipo de materiales. Foto: Patricio Terán/ El Comercio
Celulares, cargadores, equipos de sonido y televisores son algunos de los equipos electrónicos que contienen sustancias tóxicas y metales pesados en su interior. Cuando se termina su ciclo de vida o se decide desecharlos para reemplazarlos por nuevos, estos suelen terminar enterrados, quemados o depositados en los ríos del país.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), menos del 20% de residuos electrónicos es reciclado, lo que representa un riesgo para las personas y el planeta. Para generar conciencia sobre la importancia del reciclaje de estos equipos, el próximo lunes 14 de octubre de 2019 se celebrará el Día Internacional de los residuos electrónicos en el mundo o International E-Waste Day.
Jhoanna Rosales, ingeniera ambiental, es gerenta Técnica de Vertmonde, una iniciativa que se dedica desde hace 10 años a la gestión de artículos electrónicos. A propósito del 14 de octubre, en Quito llevarán a cabo una campaña para la recolección y procesamiento gratuito de todo tipo de electrónicos. Rosales dice que la idea es que las personas se organicen en sus barrios, oficinas o edificios para realizar una jornada de recolección.
Después pueden llamar al 248 5421 para pedir asesoramiento a un gestor de residuos electrónicos y deben crear un punto de acopio. Finalmente, deben coordinar un sitio de entrega. Rosales explica que, por lo general, brindan el servicio de recolección a partir de una tonelada y media. Si las personas no reúnen esta cantidad, pueden entregar los residuos en la planta de procesamiento ubicada en las calles Francisco García y Sebastián Moreno, en el norte de Quito.
En este punto se recibe todo tipo de electrónicos desde televisores y refrigeradoras hasta celulares y todo tipo de cargadores. El mayor porcentaje de materiales que llegan hasta este punto corresponde a equipos de computación.
Una vez que estos llegan a la planta, son destruidos por completo. Rosales dice que el objetivo es separar todos sus materiales primarios como los distintos tipos de plásticos, metales, vidrios de los monitores, pilas, luminarias y baterías. “El material se reduce a su estado más puro”, cuenta. En el caso de las baterías se recupera el níquel, litio y cobalto para poder utilizarlo en nuevos artículos. Estos últimos se envían a Europa para su procesamiento.
En Quito también se llevan a cabo otras iniciativas para fomentar el reciclaje de estos materiales. María José Ayala, oficial de Innovación y Sostenibilidad de la Universidad San Francisco de Quito, cuenta que desde el 2014 se realiza anualmente una campaña de recolección de electrónicos en esta institución. En los últimos cuatro años han recuperado alrededor de 20 toneladas.
Desde el 14 al 17 de este mes, las personas pueden acudir a la USFQ a entregar sus artículos. Si están en buenas condiciones pueden ser reutilizados y si están dañados se los envía a un gestor. Las personas pueden ir a dejar sus aparatos desde las 09:00 hasta las 16:00.