Los devotos de La Dolorosa visitan la capilla donde ocurrió el prodigio hace 109 años

Hoy, 20 de abril, se registró un mayor movimiento de personas en la capilla que se adecuó en el sitio donde ocurrió el prodigio. Foto: Ana María Carvajal/ EL COMERCIO.

Hoy, 20 de abril, se registró un mayor movimiento de personas en la capilla que se adecuó en el sitio donde ocurrió el prodigio. Foto: Ana María Carvajal/ EL COMERCIO.

Hoy, 20 de abril, se registró un mayor movimiento de personas en la capilla que se adecuó en el sitio donde ocurrió el prodigio. Foto: Ana María Carvajal/ EL COMERCIO.

El cuadro original del prodigio se encuentra en el altar del colegio San Gabriel en el norte de Quito, pero la mañana de este lunes 20 de abril del 2015 decenas de devotos llegaron para rezar en el lugar donde ocurrió el milagro, las antiguas instalaciones del establecimiento, en el Centro Histórico de Quito.

Como en una clase de Historia, Marcelo Mejía, novicio de la Compañía de Jesús de segundo año, contaba a un grupo de personas sentadas en las bancas de madera de una pequeña capilla el prodigio de hace 109 años.

En la noche del 20 de abril de 1906, Jaime Chávez y Carlos Hermann alertaron a otros 34 estudiantes internos del colegio San Gabriel que los ojos de la Virgen María se abrían y cerraban. Se trataba de un cuadro de origen francés, en donde estaba pintada la imagen de la madre de Jesús, en su advocación de La Dolorosa.

Los alumnos estaban cenando en el comedor del colegio y alertaron a los sacerdotes jesuitas Andrés Roesh y Luis Alberdi sobre lo que sucedía. Todos vieron a la imagen tomar movimientos y facciones más humanas durante unos 15 a 20 minutos.

La devoción por la Dolorosa del Colegio se mantiene en Quito desde entonces. Y la gente que escuchaba el relato aprovechaba para aclarar sus duras. Una mujer preguntó a Mejía si era verdad que la Virgen lloró. Él le contestó que no. Las lágrimas ya estaban pintadas en el cuadro original, pero el movimiento de los ojos pudo haber creado la idea del llanto de María durante el prodigio

La capilla que se adecuó en el sitio donde ocurrió el prodigio está abierta al público permanentemente, pero cada 20 de abril el movimiento es mayor. Niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad ingresaban al lugar constantemente en la mañana de hoy 20 de abril.

Ellos se inclinaban frente a una de las varias réplicas que hay en el país. El cuadro original, en el altar del colegio San Gabriel, no tiene acceso al público. Es una medida para conservarlo mejor. Los otros dos, que llegaron al Ecuador junto al del prodigio, están en el colegio San Felipe, de Riobamba, y en el noviciado jesuita, en el norte de Quito.

Algunos de los devotos escuchaban atentos la historia que contaba Mejía, pero otros se arrodillaban en la banca y apoyaban la cabeza en sus manos cruzadas. En silencio oraban y, algunos, secaban sus lágrimas.

Visitar a la ‘Lolita’ es una costumbre para Silvia desde que tenía 15 años. En la época estudiantil, los profesores del colegio La Dolorosa las llevaban siempre a visitar la capilla. Desde entonces, la mujer que ahora tiene 42 años va siempre que puede, pero sobre todo cada 20 de abril. Ella tiene un cariño especial por esta imagen. “Le tengo fe porque su rostro es diferente. Tiene algo en su mirada que me impacta”, dice.

El movimiento en la capilla donde ocurrió el prodigio y en la iglesia de la Compañía de Jesús empezó a las 03:15, con la primera eucaristía. A las 04:00 fue el Rosario de la Aurora y las misas se sucedieron cada hora y hora y media durante el día.

Según Juan Luis Delgado, otro novicio, la procesión previa al Rosario de la Aurora ocupó alrededor de ocho cuadras. Las personas, relata, llevaban antorchas en sus manos y cantaban durante el recorrido.

A las 17:00 se realizará una eucaristía solemne, que será presidida por monseñor René Coba. El domingo 26 de abril del 2015 se realizará la misa principal, luego de una procesión. El recorrido se iniciará el colegio San Gabriel, ubicado en la av. América y Mariana de Jesús, pasará por la iglesia de la Compañía y terminará en la Catedral, en el Centro Histórico.

Pero hay quienes prefieren visitar a la Dolorosa en el día del aniversario del prodigio. Para los ex alumnos de los colegios San Gabriel y San Luis Gonzaga, este día es especial.

Javier Díaz se graduó en 1992 y cuenta que desde que ingresó al Gonzaga empezó su amor por la ‘Lolita’. “Tengo una devoción inclinación católica por mis padres, pero realmente la devoción a la Dolorosa es algo que nace en el corazón. Talvez es lo único que no he visto, pero siento. Es como una fe verdadera y lo que me ha permitido tener una vida tranquila, serena y premiada”.

Díaz es casado y tiene tres hijos. Aprovechó que tuvo el día libre para visitar a la Virgen junto a su familia. Pero el sábado ya se reunió con sus amigos de los años de colegio. Tuvieron un desayuno y una misa y aprovecharon para conversar.

Él mantiene su amistad especialmente con dos de sus compañeros, con quienes incluso trabaja y mantiene negocios. “Hemos mantenido los lazos y existe una amistad verdadera” que nació en la época del colegio.

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