Fotograma cedido por el director ecuatoriano Andrés Ramírez, que muestra al rapero boliviano Abraham Bojórquez en una escena de su documental ‘Ukamau y ké’. Foto: EFE
Para el director ecuatoriano Andrés Ramírez la difusión de su documental ‘Ukamau y ké’ en Bolivia supone cerrar el duelo por la muerte de su entrañable amigo el rapero boliviano Abraham Bojórquez, considerado uno de los pioneros del hip-hop en aimara y al que ensalza como referente en América Latina.
“Luego de siete años, lo siento como un cierre, es el final de un duelo”, dijo Ramírez en una entrevista con Efe. El rapero aimara falleció atropellado en 2009 con 27 años y Ramírez no pudo llegar a su entierro, tras lo que decidió hacer este documental como un proceso de duelo y de despedida, que muestra su travesía desde Quito hasta La Paz para retratar la vida y las luchas de Bojórquez, más conocido como Ukamau y Ké, “así es y qué” en aimara.
El documental también muestra la recopilación de algunas imágenes y presentaciones del rapero boliviano, para que la gente conozca la vida del músico “desde su propia voz”, según el director.
A juicio de Ramírez, la vida de este rapero es importante para Latinoamérica por su nivel de compromiso social, que está reflejado en su música y con el que a través del documental desea que otros jóvenes puedan conocer su vida, sus luchas y también las circunstancias de su muerte.
“La gente mira en Abraham a un joven que se comprometió con la gente, que dio su vida a la música, a la identidad andina y a la lucha social del continente”, comentó el director ecuatoriano.
Ramírez destacó el compromiso de Bojórquez con su identidad aimara, su lucha contra el capitalismo con su música, y con las víctimas de la llamada “Guerra del Gas”, una revuelta social en 2003 en Bolivia en la que fallecieron más de sesenta personas en el mandato del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003).
“Él se identificaba como un aimara contemporáneo que a través del hip hop, que (si bien) puede ser un ritmo norteamericano, pero que puede ser transformado a la lengua de los pueblos originarios y a la vida de las comunidades”, manifestó Ramírez.
El director ecuatoriano está en Bolivia para presentar en al menos 27 espacios del país este documental, que se estrenó el año pasado y que cuenta con premios en su paso por destacados festivales.
El ecuatoriano visitará La Paz, la ciudad vecina de El Alto, Cochabamba, Potosí, Sucre, Tarija y Santa Cruz desde el 12 de noviembre hasta el 8 de diciembre, en una serie de proyecciones en circuitos comerciales en Bolivia. El director recordó que conoció al rapero en una cumbre de hip-hop en Venezuela en 2005 y que se volvió uno de sus entrañables amigos, con quien rapeó en aimara, quechua y castellano.
“Abraham era un líder nato, trascendental para Bolivia y Latinoamérica, la pérdida física de su canto dejó un vacío aquí en Bolivia y en el continente”, remarcó Ramírez.
Para muchos, las letras del rapero aimara dejaron una huella, “su palabra era revolución” con la finalidad de transformar la sociedad, pero también para mostrar su realidad, como narra el documental.
El filme ha sido presentado en Ecuador, Estados Unidos, Grecia, Francia, Reino Unido y México, además de Bolivia. El documental ganó premios en festivales de Bolivia, menciones en otros como el Festival de Cine Independiente de Mar de Plata en Argentina y el segundo premio “ex aequo” Rigoberta Menchú del Festival Présence Autochtone de Canadá.
Ahora Ramírez está enfocado en la distribución del documental por Bolivia y en la preparación de un vídeo con la historia de su amigo boliviano. El director también trabaja con músicos bolivianos y de Ecuador en un disco en honor al rapero, que estima que saldrá el próximo año.