La ruptura de los dos oleoductos provocó afectaciones a más de 100 comunidades y pone en riesgo a cerca de 27 000 pobladores de nacionalidad kichwa. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
El actor estadounidense Leonardo DiCaprio dedicó un mensaje a la Amazonía ecuatoriana y sus pobladores, a través de sus redes sociales, el martes 4 de agosto de 2020. El pronunciamiento del artista se registró en el contexto de la ruptura del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), que afectó a distintas comunidades indígenas que habitan en las riberas del río Coca.
“Desde el inicio de la crisis de covid-19, los pueblos indígenas han hecho un llamado a la suspensión inmediata de extracción de recursos en la Amazonía. En Ecuador, dos oleoductos principales están al borde de la ruptura por segunda vez este año, envenenando ríos y comunidades indígenas en uno de los lugares más biodiversos de la Tierra”, escribió la estrella de Hollywood en su cuenta de Facebook.
“No podemos permitir que esto pase”, agregó. “Las comunidades indígenas exigen un cierre inmediato del oleoducto y el fin de la impunidad otorgada a las compañías petroleras. Luchemos junto a ellos”.
“A medida que la pandemia y los incendios provocados se extienden por el bosque tropical más grande de nuestro planeta, nosotros -como movimiento global– debemos apoyar a las comunidades indígenas en primera línea, que lo arriesgan todo para salvar a la Amazonía y nuestro clima“, concluye en su mensaje.
“A aquellos que invaden nuestras tierras, propagan enfermedades y destruyen nuestro mundo les decimos: ‘La Amazonía no es un campo petrolero'”, dice el video adjunto a la publicación de DiCaprio.
El post del actor se da en el contexto del lanzamiento internacional de la campaña ‘Detén la Extracción en la Amazonía‘. La Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica), la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae) y la Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos presentaron el pasado martes esta iniciativa.
Así, varias poblaciones ribereñas de los ríos Coca y Napo presentaron “decenas de pedidos de medidas cautelares” ante el Consejo de la Judicatura de Francisco de Orellana, señala un comunicado de Amazon Frontlines. Ante el “avance acelerado de la erosión regresiva del río Coca”, las poblaciones decidieron tomar acciones legales.
La erosión del río “representa un peligro inminente al pleno goce de sus derechos a vivir en un ambiente sano, a la salud, la alimentación, el acceso a la información y la justicia”, señala la ONG.
Según el comunicado la ruptura de los dos oleoductos provocó afectaciones a más de 100 comunidades, poniendo en riesgo a cerca de 27 000 personas de la nacionalidad kichwa.
A criterio de la organización, la ruptura se dio por “negligencia de las empresas y de las entidades públicas, ya que las acciones preventivas fueron insuficientes, por no decir nulas, pese a las advertencias de expertas y expertos sobre el fenómeno de erosión regresiva de los ríos Coca y Napo y, luego, del hundimiento de la cascada de San Rafael“, que ocurrió en febrero de 2020.
“Ahora, esta erosión regresiva avanza aceleradamente, amenazando con liberar grandes cantidades de sedimentos, inundaciones, destruir cientos de comunidades ribereñas y ocasionar un nuevo derrame de petróleo”. Ante esta situación, las comunidades decidieron imponer alrededor de 100 peticiones de medidas cautelares para frenar el bombeo de las tres tuberías afectadas.
Amazon Frontlines señala que algunas de las comunidades afectadas por al erosión regresiva del río ya habían sufrido afectaciones por el derrame petrolero de abril de 2020. Por esta razón, presentaron una demanda de acción de protección y medidas cautelares. Sin embargo, asegura el comunicado, la audiencia permanece suspendida desde junio.
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