Según una encuesta, el rescate y la adopción de animales de compañía ha ganado terreno en Quito. Foto: Archivo.
En el momento de elegir una mascota, los quiteños ya no hacen diferencia entre mestizos o de raza. Incluso, en el norte y centro de la ciudad, los perros callejeros son los preferidos. Así lo demuestra la encuesta ‘Convivencia responsable y relación humano-animal DMQ – 2015’, que fue realizada a 200 personas en el Distrito Metropolitano de Quito, entre junio y julio de este año.
Para Karina Pisco, veterinaria y autora de la investigación, es gratificante observar cómo las personas han ido dejando de lado sus prejuicios al momento de adquirir o adoptar un animal de compañía. En los resultados globales, el 50% afirmó que prefiere un perro de raza y el otro 50% optó por los mestizos. En zonas como los valles y el sur, todavía predomina la afinidad por los primeros, pero con una mínima diferencia.
Las encuestas también revelan que, si bien la mayoría de personas han obtenido sus mascotas como un regalo, el rescate y la adopción van tomando fuerza. En el sur, los rescates superan a la adquisición de animales y en el centro de la ciudad es donde se registra el mayor número de adopciones.
Según Pisco, el problema de que las mascotas obsequiadas constituyan el mayor porcentaje es que para estas personas puede ser más fácil abandonar a los animales, ya que su obtención no representó un costo. Esto se asemeja a la percepción de los encuestados, quienes consideran que el abandono de perros y gatos es un problema serio que se da por la pérdida de interés de quienes los adquieren.
Los lugares más comunes para deshacerse de ellos son: la calle, la basura y las quebradas; solo el 10% eligió el albergue. Sin embargo, el problema de animales callejeros ha ido mejorando, según la percepción de los ciudadanos.
Por otro lado, los resultados revelan que el 45% de los quiteños tiene conocimiento sobre la Ordenanza 048 sobre la Tenencia, Protección y Control de Fauna Urbana y el otro 55% la desconoce. Esto se evidencia en el número de personas que todavía pasean a sus mascotas sin collar, la falta de placas de identificación y la ausencia de controles veterinarios y desparasitaciones anuales.
Una cifra alarmante para la autora de la encuesta es las respuestas en relación a la frecuencia de salida de la mascota a la calle. El porcentaje más alto, con el 35%, afirma que sus perros no salen, seguido por el 33% que admite que solo pasean una vez al día. Además, un 11% eligió “todo el tiempo”, que tampoco es lo óptimo para la seguridad de las mascotas.
La esterilización también fue un punto importante dentro de la encuesta. El 90% de las personas conocen de qué se trata el proceso y la mayoría pretende hacerlo, ya que están de acuerdo en que es una forma de controlar la sobre población. Aún así, la razón principal para no esterilizar a su mascota es el deseo de tener crías.
Los resultados de la investigación permiten tener un panorama general de la fauna urbana para poder crear estrategias que ayuden a disminuir el abandono, el maltrato y la sobrepoblación de animales.
Para fomentar una tenencia responsable, explica Pisco, lo más importante es educar a la población estableciendo campañas y estrategias que lleguen a todos los sectores. Los resultados fueron entregados a Urbanimal, quienes también ayudaron con el proceso de investigación.