Cristian Espinosa, experto en relaciones internacionales, cuenta con estudios de Filosofía y Administración Pública en las universidades de Boston y Harvard de Estados Unidos. Actualmente está encargado del tema de relaciones internacionales en el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito.
Crítico de las recetas económicas que aplican los gobiernos definidos como de izquierda, así se mostró el exministro de Hacienda de Chile en el gobierno del expresidente Sebastián Piñera (2010-2014), Felipe Larraín, y coautor del libro Macroeconomía en la economía global.
¿Aún mantiene su propuesta del timbre cambiario como un mecanismo para suavizar las rigideces de la dolarización? Efectivamente, pero sin cambios: como una medida temporal, como parte de un programa para cambiar el modelo económico vigente, eliminando las salvaguardias y todos los cupos y prohibiciones para importar, y que el Estado también pague este arancel unificado y único para todas las importaciones. ¿Las reglas de comercio internacional permiten una medida como el timbre cambiario? La OMC estaría más feliz con este nuevo esquema que con el vigente. Es una medida que protege a los exportadores. No es protección, es una compensación parcial por la desventaja cambiaria que han tenido, producto del inadecuado modelo económico. Los exportadores han tenido 15 años con un tipo de cambio fijo, con incrementos de costos de producción y de aranceles. Han estado salvajemente desprotegidos por muchos años. ¿Existe el escenario para que la medida funcione? He cumplido con mi obligación de
Desde el punto de vista teórico, el timbre cambiario (TC) trabaja con la precisión de un reloj suizo. Se asume que una infinidad de postores con información completa y simétrica puja por un lote de dólares. Esta subasta competitiva y transparente fijaría el precio óptimo que los consumidores de un país estarían dispuestos a pagar por seguir importando.