Esmeraldas aún es la mayor proveedora de talentos para los equipos de la Serie A. Los jóvenes de esa provincia son mayoría en la principal división del Campeonato Ecuatoriano de Fútbol.
Esto se desprende de las fichas de los futbolistas menores de 20 años, que constan en los registros electrónicos de la Ecuafútbol.
Los 12 clubes tienen inscritos a jugadores de entre 16 y 20 años y de 14 provincias (ver infografía) para los partidos de la Serie A. En total son 120 juveniles, según las fichas del portal electrónico. De ellos, los esmeraldeños son 26. Guayas tiene a 23 y Manabí, 18.
Eso sí, no todos han contado con minutos de juego en los planteles que dirigen Edgardo Bauza, estratega de Liga de Quito; Gustavo Costas, de Barcelona; Sixto Vizuete, de El Nacional…
Los juveniles, en algunos casos, solo se entrenan con los equipos de Primera. Los técnicos los llaman para que cubran puestos de experimentados o para que sirvan de ‘sparring’ en las prácticas.
En esas ocasiones, algunos deslumbran, como constató LUNES DEPORTIVO. Por eso, son llamados para que completen la ‘banca’ en los cotejos del Campeonato.
En la lista de los inscritos en la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) hay una sorpresa.
Imbabura tiene a pocos menores de 20 años registrados para los juegos en la Serie A (apenas tres). Esta provincia siempre ha aportado talentos a los clubes y a la Tricolor. Los ejemplos sobran: Giovanny Espinoza, Jayro Campos, Joffre Guerrón…
En los clubes de mayor poder económico, los juveniles reciben sueldos, estudios y vivienda.
Los esmeraldeños se destacan por su corpulencia y talento
Ángel Castillo tiene 14 años y hace una semana se cortó el cabello a lo ‘Balotelli’. El esmeraldeño se ‘rapó’ una parte de su cabello y ahora luce con orgullo el peculiar corte del delantero italiano.
Eso lo demostró en la práctica del viernes pasado en la cancha alterna del Complejo de Liga, en Pomasqui, en Quito. Ese día, se entrenó con la categoría Sub 18 y con el plantel de Reserva.
Castillo es uno de los 200 chicos de las formativas del cuadro albo. También uno de los 70 jóvenes que viven en la residencia del plantel universitario. Él quiere imitar a los juveniles, que ya están en el conjunto principal, dirigido por El ‘Patón’ Bauza.
En Primera son fijos José Francisco Cevallos (Jr.), Richard Calderón, Diego Hurtado, Sandro Rojas y José Gutiérrez, quien cumplió una suspensión de tres meses por agredir a un árbitro en un cotejo.
Estos juveniles, menores de 20 años, llevan entre uno y dos años en el plantel principal.
Algunos como Hurtado (hijo del ex delantero albo Patricio Hurtado), llevan en las formativas de la ‘U’ desde los 12 años. Es decir, cumplen un proceso.
¿Cómo llegan estos talentos al plantel? Algunos como Hurtado y Cevallos vinieron apoyados por sus progenitores. Otros son captados por los cazatalentos albos que viajan a las provincias del país.
La mayoría viene de otras provincias fuera de Quito. Buscan un sueldo fijo, alimentación, vivienda, estudios y fama. Así lo explica Juan Carlos Neira, presidente de las formativas de la ‘U’.
A Castillo, por ejemplo, siempre le gustó el fútbol, pese a que su padre (Luis Castillo) es boxeador. “A mí no me gustaba fajarme a los golpes”, dice y suelta una tímida sonrisa, tras la práctica del conjunto universitario.
Por eso, a los 11 años, le pidió que le llevara a probarse en los clubes de la capital. Al principio buscó espacio en El Nacional, equipo en el que se formaron Antonio Valencia (Manchester United de Inglaterra) y Christian Benítez (América de México).
Sin embargo, no se quedó con los puros criollos y decidió probarse en LDU. En este plantel ya lleva cuatro años y ha llegado a la Reserva. De lunes a sábado se dedica al equipo. Los domingos, si el calendario de partidos lo permite, estudia a distancia.
El arquero Leonel Nazareno, de 18 años, también es esmeraldeño. Él, a diferencia de Castillo, ya ha sido dirigido por el técnico argentino Edgardo Bauza.
Nazareno es, además, uno de los jugadores de la ‘Provincia Verde’ que están registrados para los partidos de Primera.
Él aún no ha disputado ningún cotejo, pero sus entrenadores creen que tiene condiciones para algún día ocupar el puesto de Alexander Domínguez, arquero titular de los azucenas. Esto por su corpulencia física (mide 1,94 metros) y por sus atajadas.
En la página de la FEF aparecen las fichas de tres esmeraldeños, tres pichinchanos, un tsáchila, un guayasense, un manabita y otro de Sucumbíos en el equipo de Primera universitario.
Sin embargo, solo los pichinchanos Hurtado, Rojas y Alexander Pabón y el guayasense Cevallos ya han actuado en los encuentros de la Serie A.
En la lista se destaca la ausencia de imbabureños. Según David Andrade, coordinador de las formativas , Liga tiene escuelas en La Concordia, Santo Domingo de los Tsáchilas y Machala. Por eso, dice, no hay jugadores de la provincia del norte del país.
La ausencia de imbabureños también es notoria en otros planteles de la Serie A. Esto ocurre, por ejemplo, en Barcelona, Olmedo, Emelec, Deportivo Quito, Liga de Loja, Macará y Técnico Universitario.
“En las categorías de entre 12 y 18 años sí hay imbabureños en los diferentes equipos, pero ha existido un descenso en los que llegan a la Primera. Hay más de Esmeraldas, Manabí y de otras provincias. Es un fenómeno nuevo que aparece en los planteles del Campeonato”, explica David Andrade.
Los estudios y la educación van de la mano
En clubes como Barcelona, Olmedo e, incluso, Independiente hay menores de 20 años del Guayas inscritos para la Serie A.
Al equipo de Sangolquí, los guayasenses llegaron a través de un convenio con el Norteamérica, equipo de la Segunda categoría.
Pero también hay jugadores de Esmeraldas, Santo Domingo, Manabí, Imbabura y Los Ríos.
Eso sí, Independiente marca la diferencia. La mayoría de estos talentos son titulares o alternan en el equipo principal.
Ellos han llegado a Primera por un proceso de tres años, cuenta Santiago Morales, gerente del club. Así, se han consolidado Luis León, Júnior Sornoza, Leonel Ramírez y Mario Pineida.
Estos jóvenes viven en departamentos costeados por los dirigentes y en la residencia del club. Cuando llegaron a Primera sus contratos fueron revisados.
Según Morales, los juveniles que ascienden al plantel estelar reciben desde USD 3 000 de sueldo mensual. Si su desempeño es óptimo, el salario mejora.
Algo similar ocurre en otros equipos como El Nacional.
En el plantel del Valle, los jugadores reciben estudios, alimentación y vivienda. “El que no quiere estudiar, lamentablemente tiene que salir por más condiciones que tenga”, advierte Morales. En Independiente hay unos 100 chicos de entre 12 y 18 años.
Ellos reciben ayuda psicológica. En el plantel militar también hay ayuda para los talentos destacados. Ellos viven en Tumbaco. Algunos tienen familiares en Quito.