Jayne Carpenter, una enfermera de 51 años que vive en Reino Unido, perdió sus dos piernas, su brazo izquierdo y cuatro dedos de su mano derecha. Esto luego de que lo que parecÃa ser una simple tos, a la que no prestó atención, se convirtiera en una sepsis. Para poder salvar su vida, los médicos amputaron sus extremidades.