Galo Alvarado quería abrir una papelería en el Centro Histórico hace 33 años. Pero cuando ya había adelantado el pago del arriendo de seis meses en un local en la calle Benalcázar, le robaron el dinero que invertiría en el negocio. Entonces tuvo que improvisar un oficio. Desde 1978, se dedica a fabricar ollas encantadas y bonetes de cartón para fiestas infantiles. Es uno de los primeros comerciantes que instaló su negocio en San Roque. A finales de los setenta, él puso de moda las ollas encantadas para celebrar las fiestas de los santos católicos y los cumpleaños. Cada olla cuesta entre USD 0,40 y USD 1,50. Su taller y tienda están abiertos todos los días, de 08:30 a 19:00.