Miles de comerciantes ocupan un parque en el corazón de La Paz, a donde acuden personas buscando fama y fortuna .
Dólares y euros de mentira, casas y automóviles en miniatura: todos son usados en Bolivia para rogar al 'Ekeko', el diosecillo indígena de la abundancia, que los convierta en realidad en la fiesta de la 'Alasita', que comienza cada 24 de enero y se extiende un mes.