Es sábado y los colores de la vida se descubren entre risas y jugueteos de niños y de adolescentes. La alegría dibuja sonrisas en los rostros de quienes se pasean bajo la estructura de hierro y cinc del Mercado de Santa Clara, en el Itchimbía. Todo es juego, luz y vida. La ocasión se lo merece: ante los ojos está el producto de la imaginación y de la creatividad de decenas de niños.