El papa Francisco lamentó que la pandemia haya sembrado desolación y aumentado las tensiones, al tiempo que dijo que puede suponer una oportunidad para que las sociedades construyan un mundo mejor
El bullicio de cientos de personas conversando, el tintineo de cubiertos y de copas llenan una larga terraza de Puerto Santa Ana, en el centro de Guayaquil, a orillas del río Guayas.